voy siempre a la misma cantina
y me siento siempre a la misma mesa
-al fondo, a tres metros de la puerta del baño-
y me atiende siempre la meche o
cuando la cabrona no puede presentarse al trabajo por estar demasiado cruda
su sobrina maría del refugio, alias la cukis
y siempre le digo a la meche lo mismo
"¿te sientas un ratito en mis piernas?"
y pido para tomar la misma mierda que pido todas las veces:
un puto whisky con tres hielitos
y pongo siempre las mismas canciones de josé alfredo en la rocola
y una que otra de juan gabriel entreverada
proque a la puta cantina solamente van hombres machos y cabrones
que no oyen canciones de maricones no vaya a ser que les aflore
la parte femenina de su naturaleza y se vuelvan putos
y siempre hay un punto al que llego después de meterme una docena de tragos
donde me asalta la idea de que posiblemente mi vida sea una cagada
"¿crees que agarrar el pedo todos los días sea la conducta apropiada
que el mejor poeta de jalisco y nayarit deba seguir?"
"¿crees que vas a conseguir el puto nobel de poesía
si en lugar de esforzarte por dominar los arduos principios de la composición poética
tu mayor interés consiste en ver la forma de llevarte a la meche a coger?"
"¿crees que tu puto cerebro aguantará inmpunemente sin deteriorarse
que le sigas metiendo diariamente todo ese montón de mierda que le metes?"
y siempre me pone melancólico pensar en estas cosas
de modo que para quitarme la tristeza el desasosiego que me causan
le pido a la meche que me ponga uno doble de lo mismo
y que venga a sentarse un ratito en mis piernas
y siempre resulta que mi táctica funciona
porque al segundo doble que me chingo ya vuelvo a sentirme de puta madre
más animado, más optimista e incluso convencido
de que el puto nobel probablemente me lo terminarán dando este año
y siempre termino hasta la madre de borracho por ahí de las 2 am
y le digo a la meche que es el amor de mi vida y que debemos casarnos
que yo la saco de puta y que le pongo casa
y si la meche está borracha capaz que la convenzo de irnos al hotel a clavar
siempre y cuando no ocurra que mientras yo me voy a echar una meada
y a meterme una raya para controlarme
la muy cabrona no se vaya a culear con algún otro pendejo
y así se me van yendo siempre los días y los años y la puta vida
Eres
ResponderEliminarsos
única me has hecho sonreir cuando te leia
mil abrazos muchachuela
😘😘
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