te sentabas
con tu cajetilla de marlboro
en el sillón
y subías los pies
a la mesita de centro
mientras yo
en el sillón de enfrente
le daba de tragos
a la botella de cuervo
y hablábamos
sabrá dios de qué
en la suave penumbra de
la sala
junto a la grabadora panasonic y un casete de juan gabriel en el
reproductor
tocando
bajito
alguna rola suave y cadenciosa
como tus caderas
y luego
me pasabas un cigarro
encendido
y yo
te pasaba la botella
para que le dieras un trago
y no me dejaras
emborracharme solo
no tengo
negra
ni siquiera
una foto tuya
y hace 20 años
que tus huesos descansan
en un triste agujero
del panteón municipal
pero tengo mi compact de las más perronas
de juan gabriel
tengo
el tequila
tengo un putamadral de noches solitarias
como esta
en que si me pongo a darle al trago no resulta raro
que
horas más tarde
sentada allí enfrente se me aparezca una tipa igualita a ti
que fuma
un cigarrillo
y me mira
entre encabronada y triste
mientras yo balbuceo
como un puto disco rayado
lo mismo de todas las veces que ella viene a verme
la culpa la tuvo
esa puta de tu hermana
que se aprovechó que yo andaba hasta la verga de borracho el día de tu enterramiento
para hacer que
me la cogiera allí mismo, de pie
detrás de un árbol en el puto cementerio
mientras el mariachi tocaba, para acabarla de chingar
no sabes lo jodido que estoy por tu ausencia
Joder, Villa. Sigue en forma y tan cabrón como siempre. Me alegro.
ResponderEliminar