distinta por completo a la perra y madreada vida que a fin de cuentas he llevado
una vida estable, ordenada, serena y deleitosa
y a cuyo término no hubiera acabado como acabé
hundido en el fango, más solo que un perro, enfermo, emputado contra el mundo
amargado por hallarme en semejantes condiciones
y lamentando ya sin remedio
que las cosas hayan ocurrido como ocurrieron
y no sea yo ahora un tipo feliz y agradecido a su suerte
uno de esos animados y risueños abueletes, digamos
que aparecen en las fotos de los putos catálogos de las tiendas de ropa
o de las putas revistas de los testículos de jeová
representando el culmen de una existencia plena y realizada
rodeados por cinco o seis adorables criaturas de entre 4 y 16 años
presumiblemente sus nietos
todos ellos exudando riqueza, educación, buena crianza
atención médica de primera y unas inminentes vacaciones por europa?
¿hubo en algún punto del largo camino
que me condujo a esta provecta y puteada edad
alguna desviación que podría haber tomado
una ruta alterna, un improvisado atajo
para que al final hubiese terminado yendo a dar
a otro lugar, otras circunstancias, un destino que no fuese
el que me tocó cumplir. a saber:
convertirme en un viejo alcohólico solitario y fracasado
un tipo que no tiene a nadie, una especie de repugnante y lujurioso homínido
una abyecta alimaña que consume sus últimos días en la tierra
empinando el codo, haciéndose pajas y, cada vez con menos frecuencia
escribiendo poemas de mierda donde habla de su decadencia?
y por lo que toca a las mujeres que encontré
-¡oh, todo ese montón de depravados y adefesiosos especímenes!-
¿por qué tuvieron que ser siempre aquellas tremendas pájaras de cuenta
borrachas, pendencieras y patológicamente lascivas
a las que nunca les pude encontrar el maldito manual de instrucciones
con las que nunca pude sentar cabeza
ni aspirar tampoco jamás a otra cosa
que no fuera ponerme hasta el culo de alcohol cada fin de semana
y ver a cuántas de sus amigas beneficiarme de paso
sin perjuicio de que mi media naranja actuase de igual manera?
¿por qué nunca pude conseguirme una tipa decente, educada y que no padeciera
de furor uterino crónico
una que no me pusiera el cuerno a la menor oportunidad que tuviese
que no intentara rajarme la cabeza por cualquier desacuerdo
que no llegara pasada de copas y a las tantas de la madrugada seis días a la semana
que no se arrancara a putear en cuanto yo dejara de pasarle la mitad de mi sueldo?
¿acaso ser poeta entraña una maldición?
¿acaso ser poeta te vuelve proclive a rodearte de malas compañías
putas, borrachos, bohemios de pacotilla, malvivientes
cuando no de plano a nacer manflora o maricón
y con altas probabilidades de acabar siendo expulsado de tu circulo familiar y social
para ir a transcurrir tu vida entre la escoria?
¿habrá quizás en algún universo paralelo
otro josé villa prácticamente indistinguible de mí
con la misma jeta, el mismo cuerpo, el mismo intelecto de superdotado
en todo una copia idéntica a mí salvo en el hecho de ser poeta
un josé villa llegado ya también a las últimas etapas de su vida
pero no asqueado por todo ni en plan de maldecir absolutamente todo cuanto ha vivido
sino exultante de dicha y bienestar en la hora de la recapitulación
al comprobar que sus largos años en la tierra sólo le trajeron buenas experiencias
viajes a lugares fabulososo, encuentros con gente interesante
escritores, estadistas célebres, premios nobel, pintores geniales
conocer y amar hermosas mujeres llenas de clase y distinción
a las que se cogió todas las veces y en todas las posiciones que se le antojó
mujeres que se la chuparon en todos los maravillosos lugares a donde viajó
y que le dieron hijos dotados de gran belleza, inteligencia y carisma
que a su vez le dieron una docena de nietos que lo adoran y le piden sus consejos
y hasta sienten un poco de celos al ver que su admirado abuelo
afronta ahora el otoño de su vida
en compañia de una rutilante y espectacular modelo sueca de 22 años
que ama al hijo de la chingada con total locura y frenesí
y hasta se dejaría matar por él llegado el caso?
¿es el gen poético el factor determinante
que abre la puerta a una vida abocada a la desgracia
la humillación, la miseria, el patético actuar falto de gracia y de atractivo
a lo largo de años de arrastrarse como un despojo a ras del suelo
antes de alcanzar el justo final oprobioso y vergonzante?
ancohe, mientras chupaba en el tijuana
y las prostis me pasaban por un lado mirándome con sorna
yo le daba vueltas en la cabeza a los interrogantes arriba expuestos:
¿pude quizás llegar a dar con una respuesta medianamente satisfactoria?
¿alcancé acaso a vislumbrar
entre la densa nube de tinieblas que rodean por lo general a estas cuestiones
algún indicio que prometiera arrojar un poco de luz al respecto?
lo cierto es que, para no variar
me quedé en las mismas que me quedo cada vez que
enfoco mis poderes mentales en tratar de dilucidar materias de tal envergadura:
( )
el sentimiento de frustración surgido de mi ineptitud
me condujo, como era de esperar
a incrementar mi consumo de whiskis dobles
y a buscar quitarme de la cabeza de alguna forma
la imagen del hijo de puta del josé villa del otro universo
-instalado en la cima del mundo con su modelo sueca cogelona y sus amantes de clase-
llevándome a pegar la hebra con una de las tantas zorritas
que pululaban semi desnudas a mi alrededor
¿qué te tomas, preciosa?
un vodka con toronja, gracias
a partir de ese punto ya no recuerdo nada más;
pero, dado que a la mañana siguiente
desperté en una cama con el puto colchón más combado que mi espalda
dentro de un cuarto con paredes color amarillo canario
de lo que tenía toda la pinta de ser un hotel de putas
y al lado de una tipa despatarrada que roncaba como una cerda
y a la que no recordaba haber visto nunca antes en la vida
quiero creer que no malgasté toda la puta noche pensando en pendejadas
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