después de media vida en cuyo transcurso
así como otros hombres emplean el tiempo en hacer cosas productivas
tales como sacar adelante una familia, construir una casa
conseguir un doctorado en neuroquímica o qué sé yo
a mí sólo me obsesionaba alcoholizarme para escribir
una serie de jodidos poemas que
-por alguna razón no muy clara-
sentía que debía escribir
sentía que debía escribir
(y que escribí)
después de ver esfumarse mis mejores años emborronando docenas de libretas
con cientos de jodidos poemas escritos en estado de ebriedad
hoy siento que no escribir nada
no escribir absolutamente nada
no escribir una puta línea
no escribir siquiera una puta palabra
y prender una hoguera en el corral de vez en cuando
para arrancar una a una las hojas de las malditas libretas aquellas
y arrojarlas al fuego para verlas arder
y elevarse en pequeños fragmentos chispeantes que revolotean en la oscuridad
como luciérnagas suicidas que consumieran de un solo golpe toda su carga lumínica
es en realidad la mejor poesía que se pueda crear
la esencia de la tarea que cualquier jodido poeta vino a cumplir a esta tierra
a lo que dediqué una buena parte de mi vida a fin de cuentas
perder el tiempo a lo pendejo
No hay comentarios:
Publicar un comentario