viernes, 11 de enero de 2019

consultorio semental del doctor villa: temporada 2, episodio 2


ilustre y eminente doctor villa:

me casé la semana pasada
con terelú, mi novia desde hace 20 años
en una emotiva ceremonia verificada en guadalajara
intramuros del templo de san pulcracio de comala, obispo pederasta necrófilo y gay
-el puto obispo era toda una fichita-
donde nos acompañó nutrido contingente de
amigos, familiares, vecinos y compañeros de trabajo

¿por qué esperar 20 años para casarnos?

porque terelú, aconsejada por mi perra y venenosa amada suegra
se opusó tajantemente desde el principio
a irse a vivir conmigo de arrimada en casa de mis padres
-donde yo viví hasta rondar ya los 45 tacos-
y me hizo saber, además
que ella no era como esas putas milenials de hoy
que van y le aflojan el culo a quienquiera que
les pone un "like" en su foto de perfil de facebook;
que ella no dejaba su casa si no era vestida de blanco
con anillo al dedo y del brazo de su padre
no significando lo cual, sin embargo
que hasta tanto no fuera yo capaz de comprar mi propia casa
(y acumular quizás un par de milloncetes en el banco),
y a pesar del agrado con que sus padres veían nuestra relación,
ella fuera a casarse conmigo nomás por mi linda cara

para acabar de chingar la cosa
además se negó sistemáticamente, a lo largo de todo el jodido noviazgo
a concederme un mínimo de satisfacción erótica
-ni siquiera una mamadita ocasional, ¡ni siquiera una puta paja en el cine!-
aduciendo sus principios católicos y pendejadas por el estilo
que le impedían abandonarse al inmoral desenfreno de las bajas pasiones
sin antes consolidar el sagrado vínculo del matrimonio
que nos permitiera copular bajo el luminoso manto de
la gracia y misericordia de nuestro señor jesucristo y su puta madre
amén

así fue cómo
motivado por la ilusión de llevar a mi chica al altar
me deslomé como un puto animal de carga durante 20 años
trabajando de sol a sol todos los días del año
ahorrando cada puto peso que me caía en las manos
pasando recluído mis mejores años en un pinche cuartito del hogar paterno
-encima tenía que tragarme los putos sermones de mi madre cada día a la hora de comer-
y matándome a pajas para minimizar el riesgo de reducir por la fuerza a terelú
arrancarle las putas bragas y violarla salvajemente
las noches en que me tocaba visitarla

todo ello para vida de poder comprar una puta casa y juntar un par de millones
y así tener opción de pedir la mano de mi amada y casarnos
y lograr por fin alcanzar esa meta que tan arduamente perseguí:

que ella me abriera las piernas para meterle una buena cogida

después de la boda se celebró un bailongo
y temprano al día siguiente, terelú y yo
cogimos un vuelo de emirates rumbo a bangkok
donde ya llevamos una semana alojados en una suite del royal enchanted thai palace

una semana casados, mi querido y sapientísimo doctor villa
pero yo sigo sin mojar el churro

al parecer, según su propia versión
mi flamante esposa padece de una rara afección nerviosa
que le causa ansiedad vaginal y asco a los hombres
siempre que se ve envuelta en situaciones de estrés
-tal como sin duda lo es contraer matrimonio
subirse a un avión para viajar a la otra punta del globo
y estar a punto de perder la virginidad a los 43-

tampoco ha querido salir de la habitación
y se pasa todo el puto día en el whatsap
hablando con la pendeja vieja metiche su madre
y poniéndose a lloriquear y a decirme que soy un viejo cochino asqueroso y pervertido
cada vez que yo regreso borracho y caliente de mis correrías por la ciudad
-donde en cada calle, en cada puto bar donde me meto
se agolpan a mi alrededor enjambres de jovencísimas mujeres orientales exiguamente vestidas
que acarician mis genitales con lascivia mientras susurran a mi oído
que me puedo coger a tres de ellas al mismo tiempo por solo 20 dólares la hora
que se las puedo meter por donde yo quiera y que me chupan lo que yo quiera
y que por solo 100 dólares a la semana puedo incluso
quedarme a vivir en el mismo cuarto con dos de las chicas
para drogarnos y beber alcohol todo el tiempo que no dediquemos a la copulación-

se pone histérica y me lanza patadas a la cara
y me grita que soy un puto cerdo psicópata violador
solo porque me acerco a ella y hago el intento
de meter la mano bajo su falda para agarrarle el pussy;
y anoche, cuando salí de bañarme y me quité la toalla delante de ella,
la contemplación de la monstruosa erección que afligía a mi órgano reproductor
la terminó de sacar de quicio por completo:

saltó de la cama como impulsada por un resorte,
cogió una maleta, metió algo de ropa en ella
y salió de la suite amenazando con denunciarme a la policía
si yo intentaba seguirla o ponerme en contacto con ella

en estas condiciones de incomprensión conyugal e infinita desazón sexual
y mientras ahogo mis penas vaciando la mierda de botellitas del mini bar
le escribo a usted, mi admirado doctor villa
para pedirle que, con la poderosa luz de su intelecto
horade el muro de tinieblas que aprisiona mi espíritu
y me dicte una pauta a seguir para salir airoso de esta pendeja situación

¿qué hago, oh, erudito y docto maestro?

¿soborno a la empleada del servicio a cuartos
-parece que terelú tomó una habitación sencilla dentro del mismo thai palace-
para que le administre un narcótico a mi mujer de modo que,
ya sumida en la inconsciencia e incapaz por tanto de rehuirme,
pueda yo enseguida proceder a fornicar con ella y consumar el matrimonio
y aliviarme por fin la puta neurosis sexual derivada de 20 años de no coger?

¿soborno a uno de los chicos del salón de masajes eróticos del hotel
para que suba al cuarto de terelú y le aplique el tratamiento de relajación vaginal profunda
-no quiero imaginar qué cosa les meten en el chocho para destensarlas-
y ver si así le desaparecen las teribles contracturas vaginales que la aquejan
y por cuya causa presumiblemente no puede coger conmigo?

¿me quedo de plano encerrado tranquilamente en la suite
viendo porno, emborrachándome y masturbándome
y espero a que terelú reaccione, se quite de pendejadas
y regrese por su propia iniciativa a que la desflore de una puta vez?

confío en que pueda usted, egregio y brillantísimo doctor
darme el consejo que necesito para resolver mi problema

atte

sin sexo en bangkok


estimado calzonazos del nabo sin sexo en bangkok:

1- pon a terelú en el primer vuelo que salga de regreso a méxico

2- vende la puta casa y haz que transfieran el dinero de la venta
y los dos millones que tienes ahorrados en el banco
a cualquier sucursal hsbc de tailandia

3- cómprame un boleto de avión a bangkok sin viaje de regreso

te veo en el thai palace dentro de una semana
para hincharme a coger con esas pequeñas zorras calenturientas explicarte personalmente
cómo puedes redimirte, con sólo un año viviendo en bangkok
de haber desperdiciado 20 años de tu puta vida
con la pendeja y acomplejada de tu noviecita


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