jueves, 2 de agosto de 2018

voy a tener que cancelar la puta suscripción a netflix


luego de pasar 5 días encerrado en mi madriguera
durmiendo poco, subsistiendo a base
de paquetes de sopa de fideo precocida

he conseguido por fin terminar de ver
las tres temporadas completas de
la más reciente serie sobre psicópatas asesinos
que netflix me recomendó seguir por ajustarse
99 % a mis preferencias

"el poeta fracasado que soñaba con cerillas y bidones de gasolina"

un puto thriller escalofriante que no te dejará indiferente

más adictivo que "stranger things" y sin tanto puto mocoso trepado en la bicicleta


cuando creías estar listo para ingresar a un monasterio budista
y dedicar los siguientes 10 años a divagar sobre el infinito y la nada
y a la práctica del tai chi al amanecer,
llega "el poeta" para recordarte que en el fondo
el único sentido que encierra la puta vida 
es ventilarse en el menor número posible de horas
la última serie de netflix

sinopsis de "el poeta fracasado que amaba...":

un viejo poeta fracasado y jodidamente alcohólico, hurgando en las desvencijadas estanterías
de una librería de saldos en boston, masachusets,
se encuentra con un ajado mamotreto de más de mil páginas
-obra de un tal roderick stanislasky, gran maestre de la cofradía del nabo-
y al hojearlo descubre en una de sus páginas
los 7 versos prohibidos de un antiguo ritual esotérico practicado por los alquimistas de babilonia
que al ser recitados de atrás para adelante
hacen rejuvenecer un año a cualquiera que lo haga
si en el momento de recitarlos, además
le rebana el cuello con navaja a una hermosa adolescente que
tenga el cabello rubio y los ojos verdes

"el poeta fracasado que amaba las cerillas y los containers de gasolina"

4 temporadas ya disponibles
15 episodios por temporada
50 minutos por episodios

5 putos días literalmente pegado a la pantalla de la compu,
esperando que el sagaz y valiente inspector macormik
-crack indiscutible de la policía metropolitana de boston y terror de los malandrines
que infestan las calles de la gran ciudad-
esperando que el puto macormik espabilara y pudiera por fin echarle el guante
al degenerado poeta asesino que dejaba a su paso
un reguero de hermosas chicas rubias violadas y desangradas por la yugular...

5 putos días de mi vida invertidos en contemplar
la carnicería perpetrada por un monstruo sediento de belleza y juventud
dispuesto a limpiar la ciudad de boston de sus más delicadas flores,
y cuando llego por fin al último episodio -ya con calambres en los ojos
estreñido por ingesta excesiva de carbohidratos y glutamato de sodio y
a punto de quedar en estado zombi gracias a no dormir-..

cuando llego al episodio final es solo para encontrarme
con que el pendejo macormik, teniendo ya acorralado
en un callejón sin salida y a medio metro de distancia
del cañón de su magnum 38 especial reglamentaria,
al viejo cabrón poeta asesino hijo de puta
-que mientras tanto y gracias a su desenfrenado rally de asesinatos
ha rejuvenecido 45 años y ahora es un jovenzuelo de apenas 14 años-

el pendejo subnormal de macormik -que se pasó todo el tiempo que duró la caza
del temible depredador, jurando que vengaría la muerte
de las pobres chicas y cagándose en la madre del poeta-
el pendejo idiota de macormik, en lugar de apretar el gatillo
y vaciarle en la cara el cargador de la magnum a la bestia del averno

se limita solo a ponerle las esposas y llevárselo preso
sabiendo perfectamente que, por la edad del tipo
no habrá manera de someterlo a juicio y por lo tanto
lo más probable sea que termine siendo encerrado
en un centro juvenil de rehabilitación donde pasará algunos añitos
jugando con la play station y tomando un cursillo de carpintería
para luego ser puesto de nuevo en libertad

quedé tan encabronado con el estúpido desenlace de la serie del poeta
que a punto estuve de cancelar la suscripción a netflix

sin embargo, antes de que pudiera darle click
a la opción de "cancelar la jodida suscripción",
los hijos de puta se me adelantaron y empezaron a reproducir
el trailer de "las niñas ricas también lloran", la más reciente creación
del genial dimitris teodoroski, galardonado con un oso de oro en berlín

impactante serie de absoluto suspense que te mantendrá con los putos huevos en la garganta

teodoroski se vale de sus portentosas facultades como contador de historias
y nos arrastra hipnóticamente a ser testigos
de la manera cómo un jodido y puteado homeless que va por la vida
alimentándose con residuos comestibles de los cestos de basura de central park
y durmiendo en una banca
logra encumbrarse hasta lo más alto del mundo de las finanzas neoyorquinas
-llegando a ocupar incluso una oficina en las entrañas de wall street-
y aprovecha su posición de privilegio para, una vez que logra seducir
a las ricas herederas de las más grandes fortunas de occidente,
terminar encerrándolas en el búnker insonorizado de su mansión en la quinta avenida
donde luego de utilizar esos cuerpos de genética casi perfecta
-no en balde sus antepasados llevan generaciones cogiéndose a las tipas más buenotas del planeta-
para satisfacer sus mas recónditas y asquerosas perversiones sexuales
las asfixia y mata encajándoles en la garganta hasta medio esófago
su tremebundo órgano reproductor agrandado con implantes de tejido de burro


mejor me lanzo a la tienda por otro puto cartón de paquetes de fideos






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