viernes, 31 de agosto de 2018
poemas plagiados de los comentarios sobre productos adquiridos en amazon.com (1)
ventilador artic-pro de torre oscilante con pantalla digital y control remoto, azul oscuro, 42 pulgadas US$$ 48.90
⭐⭐⭐⭐⭐
vivo en pensacola, florida
donde no solo la temperatura es parecida a la del puto infierno
sino que además contamos con
un grado de humedad que convierte cualquier jodido recinto rodeado por 4 paredes
en un auténtico baño sauna
cuando llego a casa luego de un largo y ajetreado día de trabajo
partiéndome la madre durante horas como un puto esclavo de las pirámides,
en el interior de mi hogar encuentro por lo menos
unos 40 grados celsius de calor a las 6 de la tarde
de modo que,
para poder sobrellevar ese traumático momento de transición comprendido
entre que cruzo el umbral-me quito la ropa-me doy un rápido duchazo-me
envuelvo en la robe de chambre-me preparo un puto gin tonic y
finalmente aplasto el culo en el sofá frente a la tele;
para poder superar ese lapso, digo
forzosamente necesito echar mano de
un artilugio que mientras tanto se ocupe de refrescar el ambiente
algunas de las reseñas que leí
antes de decidirme a comprar el ventilador de torre artic-pro oscilante bla bla bla
me causaron cierta preocupación debido a
la generalizada mención que se hacía en ellas
acerca de lo complicado que resultaba ensamblar sus distintas partes
(una tal mary brodsky, de pomona california,
incluso escribió que después de media hora de bregar infructuosamente con los componentes sueltos
fue víctima de un brutal ataque de nervios que la condujo a coger el martillo
y terminar golpeando hasta reducir a pedazos el recién desempacado ventilador)
como no soy demasiado ducho en manualidades
-trabajo manejando un puto montacargas en el área de almacén de costco-
coger un desarmador, digamos
para simplemente atornillar una placa metálica a un soporte
es para mí algo parecido
a bajar en kayak por los rápidos de uno de esos
enormes ríos que se forman en la época del deshielo en alaska
sin embargo, oh sorpresa
una vez que tuve el paquete con el artic-pro en mis manos
-sólo 48 horas después de pedirlo; entregado a mi puerta sin costo extra alguno-
logré armar el puto ventilador en menos de 10 minutos y sin apenas esfuerzo:
¡las pequeñas piezas parecían deslizarse por sí solas de entre mis dedos
para acabar ajustándose perfectamente sin ningún problema
dentro de sus correspondientes orificios y emplazamientos
en sólo 5 sencillos pasos a prueba de tontos!
(esa puta loca de pomona debe haber andado hasta el culo de crack
para no haber sido capaz de atinar a meter ni un jodido tornillo en su sitio)
y no acabó la cosa ahí, por cierto
el caso es que no habían pasado todavía ni 5 minutos
desde el instante en que pude consumar mi monumental hazaña de ensamblaje
y pusiera a funcionar el artic-pro
cuando empezó a surtir ya efecto su poderoso mecanismo enfriador
y yo sentí de pronto como si un ángel hubiera bajado del cielo
y se ocupara ahora personalmente de soplar aire frío en mi cara
[esta puta metáfora la he fusilado tal cual, no piensen que soy tan buen poeta]
¡juro que casi estuve a punto de ponerme a llorar!
desde luego, en cuanto pude recuperarme de la emoción
entré en la página de amazon y le di 5 estrellas al artic-pro
puedo garantizar que el producto realmente cumple lo que promete
y, si mantiene el mismo nivel de efectividad enfriadora aunque sea un mes
creo que habrá valido la pena gastar esos 48.90 dólares que pagué por él
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