viernes, 23 de marzo de 2018

fallido intento de contrición existencial, en forma de poema entre místico, filosófico y cachondón


uno quisiera
a veces
no escribir las mierdas que uno escribe
escribir otras cosas
escribir pequeños y melancólicos poemas
donde dijera que, oh, sí, la vida
oh, sí, el amor, oh, sí, tu mano en mi mano cuando contemplábamos la luna
aquella noche junto al estanque en que
las dulces mariposas transportadas por el jardín del ensueño místico
nos hablaban de la primavera, de las almas entrelazadas en la emoción del éter luminoso
y de la paz mundial entre los hombres de buena voluntad
escribir pequeños y frágiles poemas de suave nostalgia otoñal
donde se mencionara la belleza de las ninfas retozando en el bosque milenario
y qué bonitos ojos tienes, mi niña del campo en flor
y qué sedoso te queda el puto cabello cuando te aplicas el tratamiento
de shampoo l´oreal de parís para cabello reseco porque tú lo vales

incluso quisiera uno también
a veces
no ser quien uno es
no ser el puto vejete amargado y desengañado de todo que uno es
ser una persona distinta
ser un cabrón digamos como el puto george clooney
que ha envejecido bien y se mantiene atlético y tiene dinero para pagar
los mejores tratamientos estéticos y capilares y del aparato genito-urinario
para poder seguir siendo atractivo y conseguir meter en su cama
a hermosas y cogelonas zorritas de veintitantos
a las cuales poder fornicarse todo el tiempo que quiera sin el menor problema
porque sus huevos y sus próstatas y sus erecciones
funcionan de puta madre gracias a los putos millones que ha invertido
en medicamentos y terapias ultramodernas de prevención del colapso sexual y físico

uno quisiera, en consonancia con esos deseos ya apuntados
y haciendo un ejercicio de introspección meditacional profunda
llegar a tener claro el porqué de ciertas cuestiones
por qué uno la terminó cagando en la vida de manera tan cabrona
por qué no consiguió uno alcanzar a cumplir ninguno de sus putos sueños
por qué vive uno más solo que un puto perro en un jodido cuchitril de mierda
por qué esto y por qué aquello

me gusta imaginar que hace tiempo -hará unos veintitantos años, vamos a decir-
la vida me puso frente a una encrucijada en la cual
me decanté por la opción que menos me convenía seguir
-seguro precipitándome detrás del culo de alguna tipa que conocí en un bar-
y que una vez adentrado en dicho camino, aun siendo consciente de que la había cagado
no me fue posible, sin embargo, desandar los pasos ya recorridos
y a fin de cuentas no me quedó otra sino mantenerme en él
como si el destino, que hasta ese día nunca se me había representado
sino como una especie de nubecilla de contorno impreciso flotando en un lejano horizonte
hubiese adoptado a partir de entonces la forma de una plancha de granito
que ahora llevaba encajada sobre los hombros como una inexorable condena metafísica
para siempre ya imposible de serme retirada de allí encima
y que al final terminaría dejándome aplastado igual que si fuese una puta cucaracha

ahora bien, la verdad
¿qué mierda importa saber las razones por las cuales uno llegó al punto donde se encuentra?
¿no son siempre las mismas dos o tres putas razones las que están detrás
de todas las vidas de mierda que viven millones de seres humanos?
¿las drogas, el alcohol, los desórdenes sexuales y el puto gobierno gringo?
¿no es mejor aceptar de una vez que las cosas son como son y que uno es incapaz de cambiarlas?
¿no es preferible refocilarse uno con el sentimiento de la propia mediocridad
y reivindicar su fracaso e insignificancia como estandarte de identidad?

bueno, sí, mordí el puto polvo y mi vida es un asco y soy un poeta de mierda
¿y cuál es el puto problema?
bueno, sí, me acabo de levantar con una resaca de los mil diablos y a mi lado en la cama
hay una tipa borracha que conocí hace unas horas en la cantina y a la que
convencí de venirse a coger conmigo a cambio de 200 pesos y a la que
le apesta la boca y le apesta el coño y tiene el culo más fofo que el de mi abuela
¿y cuál es el puto problema?
bueno, sí, me alcoholizo todos los putos días y me cago en los pantalones
¿y cuál es el puto problema?
bueno, sí, me desperté con ganas de escribir un poema muy hermoso donde mencionara
que me fui a pasear con la mujer amada en el jardín místico de las mariposas del amor
y a la que mientras caminábamos le iba susurrando al oído
hermosas frases poéticas que forjaban en nuestros corazones
una sublime cadena celestial de primorosa exaltación
pero a pesar de mis tremendas ganas y del esfuerzo tan cabrón que hice
al final terminé escribiendo un poema donde hablaba de una puta que conocía ya de tiempo
y a la que le gustaba que le diera por el culo en los baños de los bares

¡Y CUÁL ES TU PUTO PROBLEMA!







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