domingo, 11 de octubre de 2015

decadencia y ruina viviendo en un puto país tercermundista


lo que más me dio por el culo
la vez que nomás por estar chupando alcohol de farmacia
-directo del envase y tan quitado de la pena-
sentado en la banqueta afuera de mi casa en una tórrida
y bochornosa noche de verano,
me detuvieron los municipales acusándome
de infringir no sé qué puto artículo de una supuesta
ley para el fomento de la decencia y la práctica
de los buenos hábitos;
y me esposaron y metieron a la furgoneta de traslado
cepillándome a patadas y puñetazos igual que si hubiera sido
un puto asesino violador capturado in fraganti y no tan solo
un simple jodido borracho como hay miles;
lo que más me dio por el culo esa vez
no fue la golpiza que me dieron ni tener que pasarme
72 horas encerrado en una celda de 4 por 4 junto con una veintena
de rijosos drogadictos y borrachines de jornada completa;
ni fue tampoco no poder ver el partido final
del campeonato que se transmitía precisamente mientras yo
purgaba esa ridícula condena;
no fue eso, sino haber perdido
el par de zapatos deportivos adidas
-con celdillas de nitrógeno líquido herméticamente selladas
integradas en las suelas para aumentar el
porcentaje de amortiguación del impacto por pisada
(o una pinche mamada por el estilo)-
casi nuevos, que llevaba puestos esa noche y
me había comprado con el dinero ahorrado de
dos meses de no frecuentar a las putas,
y que nunca más volví a ver después de que me los quitaran
"como medida de protección para el propio interno
anticipando un uso indebido de las agujetas del calzado":

desde entonces sólo me emborracho con chanclas de goma,
y cada vez que puedo me gasto hasta el último peso con las putas



3 comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...