miércoles, 6 de mayo de 2015

LA MONSTRUACIÓN

MIÉRCOLES, 06 DE MAYO DE 2015
El codo de onanista, ya sea el diestro o el siniestro, es una lesión habitual entre los practicantes masculinos del vicio solitario, que aunque solitario, también es un acto grupal y competitivo que versa sobre quién es el último en correrse. Esta práctica necesaria, primigenia y universal, afecta principalmente a los que sufren o gozan de onanismo de fondo. O sea, curtidos pajilleros (pajeros si tienen estudios) que se la cascan con suma parsimonia, tomándose todo el tiempo del mundo y ejecutando con el brazo poéticos movimientos en lento vaivén, eternizando, cual antítesis de la eyaculación precoz, el gran momento de la feliz y placentera culminación. Es una dolencia propia de onanistas pertinaces, doctos en estas lides, que desarrollaron su afición en momentos anteriores a la pubescencia y han mantenido su pasión incluso superados los setenta. Valga esta comparativa con otras esforzadas disciplinas, podríamos equiparar a estos expertos abrillantadores del cetro con los corredores fondistas.


Por otro lado, el perfil del pajero-pajillero impaciente, se ofrece en un varón joven desbordante de energía, atiborrado de hormonas enloquecidas y ansioso por consumar la manualidad para empezar de nuevo. A estos entrañables muchachos, vitales habitáculos faciales de acné, podríamos compararlos con los corredores velocistas. Aun tratándose de personas que gozan de una buena salud y un estado de forma envidiable, no están exentos del riesgo de lesiones, que en su caso suponen el desgaste prematuro de las muñecas y del metacarpo. Tanto en el caso de los onanistas fondistas, de los onanistas velocistas y en el de los futuros herederos potenciales de esta noble tradición, la única cura posible es el descanso, acompañado con friegas de El bálsamo de Fierabrás o con linimento El tío del bigote, que queman pero curan. Supone un tratamiento severo acompañado de un febril síndrome de abstinencia, pero a todas luces imprescindible si el enfermo requiere para todos sus días, un final feliz.







Regurgitado por Cabronidas @

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