viernes, 8 de mayo de 2015

sueños mojados de un puto maricón


bueno, por fin lograste publicar
tu primer librito de poemas;
es verdad que tuviste que vender
la bicicleta de montaña y tu nuevo iphone 6
para costear los gastos de auto edición y toda esa mierda,
y es verdad también que la puta cubierta del libro
no quedó tan vistosa como tú esperabas
-es de un puto papel sepia opaco
que recuerda al de esas bolsas que usan
en las carnicerías para envolver los hígados de pollo y
los testículos de toro-
además, para terminar de cagarla
los pendejos de la imprenta se equivocaron con el título
y en lugar de poner el que tú les dijiste,
ensoñaciones acuáticas de un poeta en el malecón,
pusieron sueños mojados de un puto maricón;
encima, cuando les reclamaste su error
todavía tuvieron la facha de decirte con una risita
que no entendían para qué te encabronabas por detallitos pendejos
sobre todo tomando en cuenta que el contenido del libro
-"no hay un jodido poema donde no se hable
de las putas maripositas y el puto amor que destila
ardientes ilusiones en el pecho de los gorriones"-
denotaba claramente que su autor no era
más que un puto maricón de mierda y que probablemente
a sus ya casi 50 aún vivía con su madre y era vírgen
(esos putos trabajadores de imprenta tienen muy desarrollada la intuición)
-"además todo mundo sabe que según la r.a.e.
la palabra puto y la palabra poeta pueden usarse indistintamente"-
total que saliste de la imprenta encabronado,
les gritaste que se metieran un dedo por el culo,
y te fuiste a casa con los 200 ejemplares recién impresos
de sueños mojados de un puto maricón;
un poco más tarde, ya menos emputado
llamaste a tu madre al trabajo para decirle
que por fin habías logrado cumplir el gran anhelo
que desde la infancia había anidado
en lo profundo de tu pecho, vibrando allí dentro
como vibran las delicadas alas de los colibríes al respingar
de flor en flor libando la miel de los pétalos:
"¡tengo aquí conmigo la tirada completa de mi libro -graznaste-
y ahora mismo empiezo a promocionarlo en las redes!"
al escuchar tan feliz noticia, tu madre, desde luego
se sintió conmovida y por nada no cede al llanto,
una reacción comprensible y por demás justificada:
tantos años había sospechado la pobre mujer
que su hijo no era más que un vago bueno para nada,
-y un puto huevón mantenido por añadidura-;
tantos años te había estado pasando la infeliz esclava
la mitad de su pensión de viudez y mintiendo
sobre tu alcoholismo y tu rara costumbre
de transcurrir los días metido en tu cuarto viendo porno y pajeándote,
a los parientes cada vez que estos
preguntaban por ti y manifestaban su extrañeza
de que a tus 48 aún no pudieras hallar
un puto trabajo acorde a tu nivel intelectual;
tantos años, sí, que ya era justo que la vieja
tuviera aunque fuese un mínimo indicio
de que su abnegado y largo martirio no había sido
a fin de cuentas en vano, y de que ella no era
tan sólo una más entre tantas mujeres de buena fe
que todo le creen y le consienten a los golfos que tienen por hijos;
lo siguiente que hiciste fue meterte a internet,
publicar en tuiter y facebook y en los 12 foros poético-literarios
donde ocasionalmente has subido algún trabajito,
un link a tu cuenta de paypal
para efectos de que todo aquel interesado en adquirir
sueños mojados de un puto maricón
pudiera comprarlo por la módica suma de 20 dólares
-"gastos de envío incluidos sólo para méxico y guatemala
y a las primeras 50 personas que pidan el libro
se les obsequiará una foto reciente del poeta
caminando por el muelle de san blas al atardecer"-;
un mes ha pasado ya desde ese día;
de los 200 ejemplares de tu libro
apenas has logrado vender aquellos 3
que tu madre te compró para llevárselos a regalar
a dos de sus hermanos y a tu abuela;
en la caja de cartón donde la imprenta te los entregó originalmente
quedan todavía 195 ejemplares;
a los 2 que, con los 3 que se llevó tu vieja
completarían los 5 que ya no están,
les desprendiste las hojas una a una
y las pusiste luego en el baño para limpiarte el culo;
lo bueno es que tu madre se jubila el próximo año:
eso significa, en otras palabras
que aparte de la mitad de su pensión de viudez
podrás contar pronto también
con la mitad de su pensión de jubilada,
y que quizás en menos de un año podrías hallarte
en condiciones de volver a publicar otro libro:

¡tu carrera poética no ha hecho apenas más que comenzar!





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