los gramos que abundan
como el mar
pesan de siglos
eternos
como una violenta cachetada
en medio
de un ataque de risa
o de junglas
todos
maldecimos tres veces
en nuestras vidas
todos
nos violamos a puro dedo
y la felicidad
dura un espejo quebrándose
en el agua
todos amamos
sin nombres
pudo haber sido
la extraña manera
de verte soplar las hojas
desde el otoño
y el viento celoso
de tu furia
después
te llamaron a gritos
y no entendiste
nada
te injuriaron
de dios
donde ayer nos mató la confusión
hoy sólo vemos casas deshabitadas
con un frenético olor a carnicerías
y cordeles
para escribir un poema
es preciso haber dormido mal
haber dormido
apenas media hora
habernos desesperado
en un tumulto de balazos
en el fondo
nuestras camas
para escribir un poema
es preciso haberse dolido
mirando las paredes
las que te hablan
las que son
miedo
las que
dibujan
la angustia
me abro de sheriff
sólo para hallarme culpable
sólo para hallarme culpable
pero estoy enfermo
de todo
tiemblo
y me follo la lástima
de todo
tiemblo
y me follo la lástima
como si de algo me sirviera
el vértigo
o es tan simple
como querer meternos bajo las frazadas
y que con los dedos de tus pies
me dibujes circulitos en los míos
mientras vemos Animal Planet
y yo siento esas cosquillas
y te digo vete a la mierda
estamos muertos
el vértigo
o es tan simple
como querer meternos bajo las frazadas
y que con los dedos de tus pies
me dibujes circulitos en los míos
mientras vemos Animal Planet
y yo siento esas cosquillas
y te digo vete a la mierda
estamos muertos
jamás tan serio
como arrancarme la piel/ gozoso
que fui amplio
y la verdad
es una jodida y nefasta furcia
con los dedos manchados
y las piernas
y tengo frío
mucho frío
llevo un frío
de tumbas
dentro
yo tiemblo
porque no sé cómo evitarlo
yo tiemblo
en la marea de las trampas
tiemblo
y sigo siendo alga
tiemblo
me hago
tanto de fuerte
tiemblo
temporal
la magia
y su criatura
se alimentaba de versos
acabó el niño
en lo más alto de un cedro
escupiéndole sangre
a los vivos que le arrojaban piedras desde abajo
a los ojos
cuando cayó al suelo
nunca nadie
supo hallarlo
de ahí
su inmensa maleza
después
las ventanas abiertas
las parras que se abrigaban
en el tajo que supuró la tarde
una navidad
rodeada de espinas
tragadas
y entumecidas
lloradas
como amores que salen disparados
desde un narcótico silencio
y en su propio criminal
amarizar de orgasmo
llevando al padre
a su débil paraíso
yo le llamaba
ángeles
a la ternura que caía
mientras volaba
al llegar a la próxima estación
me puse a dormir/ trinando
como nidos como uñas
como lenguas atroces
que entran
que muelen
que te chupan
sois desiertos
cielo rajado/ infierno drogado
yo lo pensaba
entero
que el ayer
es un fetiche
lento
y lo ridículo de toser
como en la tuberculosis
del asombro
se me pegó en las branquias
mientras me manoseaba
hablándole a dios
el hombre
se reía
agitaba sus alas
su barba
y escupía y se veía
feo
detrás de las escaleras
y el cabello
asomaban flores
y cabezas con flores
y pueblos intoxicados de flores
y armatostes repletos de flores
y cajones hechos de flores
y flores llenas de flores
y flores y flores y tantas flores
y mi cuerpo
imposible
de tantas piedras
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