hay una música romántica comiéndome los dedos
o quizás entrar al cine del barrio sin la menor consideración por los aullidos que se dejan escuchar desde la galería infame de poemas/ temerle al alma/ temerle al corazón/ temerle al AGUA/ como bomba atómica/ que se te mete por la boca/ te atraganta/ la cursiva de un mal aliento/ que se crece/ sola entre la muchedumbre
ubicarse justo al final de la película
ahí donde la niña
cierra los ojos/ abre la boca
y empiezan a salir letras
desde abajo
como fantasmas
como dedos
que lo incrustan
todo
dejar que se vaya la gente/ una a una/ llorar porque no hay nada más qué hacer/ por ahora
sonarse la vida
en el pañuelo dejá vú
que llevamos en el bolsillo
todos llevamos un pañuelo invisible
con el que apresamos las lágrimas
cuando todo marcha
demasiado mal
¿y qué si nos cambiamos de ropas
y nos ponemos a escribir poemas alegres?
(grillos de mierda
cómo cantan!)
cuando el cine o el teatro o la sala o la vida jodida vida esté vacía
mirar hacia el lado
silla vacía
jamás/ mirarla de nuevo
la chica de la peli
está al lado
Woody Allen
siempre tuvo razón
¿cómo te llamas?
¿cómo te llaman?
ahí es cuando todo se evapora/ digo el comienzo o el final/ y te pasan cosas
te pasan cosas excéntricas
e incalculables
se te empalma la carne
en la humedad de lo que nace
después lo que fue teatro
se hace cama
o ataúd
porque todos mis amigos son poetas/ no conozco a nadie que no lo sea/ salvo Mario que es músico/ y en cierta forma también tiene algo de poeta/ sobretodo cuando se emborracha en mi casa/ y se quiere lanzar desde el piso 12
alabado sea su mal viaje
yo me canso/ muchas veces me canso/ no sé si vivo cansado/ o me cansa lo que vivo
una vez quise escribir poemas que dijeran algo
y me salió mierda por el culo
como explosiones venenosas
y con humo
entonces le digo a mi chica
que me quiero comer la luna
pedazo a pedazo
que no quede nada
que desaparezca del cielo
que sea sólo el mal sueño de las estrellas
que el mar no se levante nunca más
ni con mareas altas/ o mareas bajas
que me quiero devorar la luna
como satélite morboso
de una noche
en que las horteras de mi familia
me amarraron a la cama
y me escupieron sin asco
la herencia sagrada
de acabarme plano
en la fetidez de un hospital
traumado de recuerdos
y de gasas corruptas y asesinas
luego vino el abrazo
de los más cercanos
cada abrazo
un puñal
cada puñal
una herida
cada herida
una hemorragia
cada hemorragia
el viento
¿sabes lo que es acostarse en la cama
y pensar que andan arañas dentro?
sé que lo sabes
y es horrible
pero más horrible
es pensar que anidan
entre los dedos
mientras duermes
que se te suben por las piernas
como suaves puntadas de alfileres
y abres los ojos
y ves una mancha negra
enciendes la luz
y la ves
arácnida y sepulcral
mirándote a los ojos
dónde el veneno
dónde la mano
sigue el aroma.....síguelo
he ahí el volcán
que el Mariné me dejó en la retina
mientras acomodaba
a sus amables esquizofrénicos
en una cama hecha de luces
y de mierda
me culpo de nostalgia
entonces fumo
entonces los árboles
dicen que hay una salida
en el pronombre de tu cabello
tiene puertas
ábrelas
yo me entierro
hasta abajo
allí donde el destino
nunca fue comienzo
no sé quién es el poeta
si el que escribe
o el que se muere
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