he asesinado a aurora

ahora ella sólo está en mi cabeza
su cuerpo, su alma, sus zapatos amarillos
y el vestido rojo de tirantes que llevaba
-junto con dos barras de metal de 20 kilos amarradas a su cuello-
empiezan ya a desintegrarse bajo el mar
la cité hace dos noches en un bar junto a la playa
ella dijo que trataría de ir pero no se presentó
-habíamos roto una semana antes-
me tomé algunos tragos y subí al coche y fui a su casa
eché mano de una de las dos barras de acero sueco inoxidable
que cargo siempre bajo el asiento del carro
-en esta puta ciudad uno debe siempre traer algo encima
para repeler agresiones de probables violadores y matones sueltos-
sabía cómo colarme por el muro del jardín trasero
había poca luz y el perro meneó la cola al verme
crucé el jardín y escalé la pared bajo el balcón
la puerta cristalera del balcón estaba abierta
aurora estaba sentada de espaldas al balcón
tenía la compu abierta sobre el escritorio
en la pantalla estaba la cara de aquel hijo de puta
-supuse que hablaban por skype-
aurora se reía de lo que decía el hijo de puta
alguna estupidez, seguramente
había faltado a la cita para chatear con el hijo de puta
la sangre me hervía en las venas
me acerqué cautelosamente teniendo cuidado
de no caer dentro del campo visual de la webcam
aurora no se había percatado de mi intrusión
-parecía estar fascinada contemplando al hijo de puta-
le reventé la cabeza con la barra de metal que llevaba
debo haberle roto el cráneo porque se oyó ¡craaak!
no debió sufrir gran cosa
en todo caso si hubiera sufrido me hubiera dado igual
ella merecía pagar por el daño que me había causado
el estrés emocional que me embargaba
la angustia, las noches sin dormir
me acerqué al escritorio para desconectar la compu
el hijo de puta seguía gesticulando en la pantalla
su cara me resultó conocida
me acerqué un poco más y entendí la razón
el hijo de puta era yo mismo
¡aurora había estado viendo el video que yo le había mandado
un mes antes para felicitarla por su último cumpleaños!
me maldije interiormente
¡soy un puto asesino! pensé
junto a la compu había un post-it
¡mañana 7 pm cita con villa en "the sunset bar"!
¡su puta madre, había confundido también el día de nuestra cita!
el mal ya está hecho, pensé
arrastré el cuerpo sin vida de mi amada hasta el balcón
luego lo arrojé al jardín
-al dar contra el piso resonó como un costal de papas- 
bajé y me eché el cadáver a cuestas
crucé el jardín y salí a la calle
el perro brincaba alegremente a mi lado
-debía sentirse feliz al ver a su dueña junto a mí otra vez-
acomodé a mi preciosa niña en el asiento del copiloto
nuestro último paseo tuvo como destino aquel acantilado
donde tantas veces contemplamos el atardecer tomados de la mano
antes de arrojarla al mar, la abracé y le di un beso
¡siempre te llevaré en mi corazón, mi pequeña princesa de ojos tristes!
de regreso en mi cuarto abrí una de tequila
pensé en el destino y en sus crueles jugarretas
pensé en el débil corazón de lo humanos
y en las jodidas consecuencias que trae siempre consigo
todo lo relacionado con el puto amor