Cuando no duermes, para volver a
leer.
Las figuras que las mentes
describen
y que tu cabeza obsesiva elije
como un antojo infantil o demente.
Se convierten en tu único
objetivo,
alterando
al completo tus sentidos.
Cuando para volver a leer, ya no
duermes.
Es tu mente enfermiza la que
emite
las figuras obsesivas que sientes
al perder la consciencia de tu
mente.
Creando preciosas figuras de limo
donde esperas
poder guardar tu alijo.
Cuando lo que lees lo integras en
tu ser,
como el golem de comedón, te
impregnas
del alma de lo recibido, su idea
en ti
queda grabada, en ti reluce.
Cuando la idea delirante, en el
cruce
descubra su sentido hacia su
verdad.
El cansancio desaparecerá
al
descubrir que este final no rehúyes.
Comprenderás que el camino ha
acabado.
Lo que
buscabas, lo has encontrado.
Olvidando la obsesión del pasado,
comprendiendo que tu mente, ha avanzado.
fff, a mi me pasa a veces que no duermo por la lectura, porque pienso en algo... que malllll jejejeje. Un besazo
ResponderEliminarMe gusta.
ResponderEliminar