Partida real. Juegos de tronos (reunidos)
España nunca se ha caracterizado por ser un país de superproducciones. Los presupuestos de nuestras películas apenas dan para cuatro pipas, Carmen Machi y sandwiches de queso. Sin embargo, lo que no se puede negar es que puestos a imaginar somos un Estado imparable. Suplimos con el coco lo que el bolsillo no alcanza. Nuestra última gran ocurrencia ha sido lanzar al mundo y por prime time internacional una versión de Juegos de Tronos versión tablero que ha hecho palidecer al mismísimo G.R.R. Martín.
Todo empezó jugando a Operación, el Rey había perdido su cadera y había que remendarlo a marchas forzadas. En este juego hay que tener buen pulso pero a pesar del buen tino del cirujano la luz roja acabó por saltar cuando nos enteramos de que Juan Carlos andaba de safari sangriento en Botsuana. Y mira que hasta entonces el pequeño Froilán se había empeñado en llamar la atención como un tiro. El hijo de Elena siempre ha sido de jugar en familia a hundir la flota con escopetas y, aunque hay que reconocer que al pequeño bribón se le da de miedo (pie derecho-tocado, Marichalar-hundido), la cosa no pasó de un simulacro de escándalo en el que el Maestre Peñafiel sacó las castañas del fuego. Mientras tanto, a la chita callando, Urdangarín organizaba torneos de twister para sus amiguitos de Nóos en Valencia. Niños, aquí va un briconsejo: hay que tener cuidado con quién se juega, que después te toca un compañero con tan mal perder como Torres y va corriendo a chivarse de que la sangre azul de la mano de la Infanta había tocado circulo rojo. Menudo marrón.
Es verdad que hasta ahora daba igual, porque los jueces estaban muy entretenidos echando un vicio al Jenga, es decir, apartar a los de abajo sin que caigan los de arriba. Sin embargo, parece que a última hora los señores de la Justicia finalmente se han decidido jugar una partida a “Quién es quién” en todo este asunto. “-¿Lleva gafas? -No -¿Está empalmado? -Si. -La respuesta es Iñaki. -Jo, tío ¿cómo lo has sabido?”.
Es verdad que hasta ahora daba igual, porque los jueces estaban muy entretenidos echando un vicio al Jenga, es decir, apartar a los de abajo sin que caigan los de arriba. Sin embargo, parece que a última hora los señores de la Justicia finalmente se han decidido jugar una partida a “Quién es quién” en todo este asunto. “-¿Lleva gafas? -No -¿Está empalmado? -Si. -La respuesta es Iñaki. -Jo, tío ¿cómo lo has sabido?”.
Y aunque a río revuelto ganancia de tertulianos, lo cierto es que la Infanta está imputada y parece que por fin tendrá que jugar al trivial contra el juez. Pobre Cristina, tú que eras tan poco del quesito rosa… Eso si la fiscalía lo permite, claro. Se ve que tan acostumbrados como estaban a divertirse sin miedo a que les interrumpieran, a la Casa Real no le ha sentado muy bien que el juez venga a boicotear su Monopoly. Tomen asiento que esto no ha hecho más que empezar. Pase lo que pase auguro una buena partida de ajedrez en la que al rey le va a costar más que nunca evitar el jaque. Y mientras tanto, se preguntará el lector y ¿Rajoy? ¿Rajoy dónde repámpanos está? Rajoy es parte del Atmosfear, aquel juego de terror en el que para encontrar el malo había que usar la tele.
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