martes, 11 de diciembre de 2012

NEORRABIOSO Y LOS DOMINGOS VERSAURIOS.



martes, 11 de diciembre de 2012


Domingos Versaurios - Jam Session Nº 1

DOMINGOS VERSAURIOS – JAM SESSION Nº1 
9 de diciembre de 2012

POETAS PARTICIPANTES POR ORDEN DE APARICIÓN: 1. Julio Quémasda 2. Jorge Carajo 3. Roberto Menéndez 4. Marta Ibáñez 5. Julio Medina Gimenes 6. Ana Pérez Cañamares 7. José Manuel Gallardo 8. Silvia Nieva 9. Juan Pinilla 10. Ludmila 11. Abel Hernández 12. Marisol 13. Javier Jover 14. Adela Ferrer 15. Lidia Fernández 16. Santi Senso 17. Max 18. Félix Sánchez 19. Pablo Cortina 

DURACIÓN: Dos horas y veinte minutos (desde las 14:00 a las 16:20).

INCIDENCIAS: Julio Quémasda, Juan Pinilla, Abel Hernández, Adela Ferrer y Max recitaron de memoria. El actor Santi Senso improvisó. Sobre las 15:00, entre la recitación de Juan Pinilla y Ludmila, se hizo un descanso de diez o quince minutos.

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Foto: JULIO MEDINA GIMENES

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¿A que no hay redaños para celebrar una jam session a plena luz de la mañana? ¿A que os faltan agallas para lanzaros versos a la cara a la una en ristre del mediodía? ¿A que no os atrevéis en la línea de flotación del domingo? Bueno, pues ya te lo dije, Rafaela, aquí estamos, una en punto, domingo, bar Dinosaurio, treinta locos y subiendo, el verso y el mediodía siempre vuelven, etc. Tenía previsto repartir fotocopias de la estupenda presentación/manifiesto que ha publicadoEscandar Algeet en su blog (AQUÍ) para el número 5 de la revista Pro-Vocación, pero mi resaca sabadera de alcohol y veintitrés rosas era de tanta uve doble que se me fue la cabeza, por lo que copio un fragmento:

Vayas donde vayas siempre hay un gilipollas dispuesto a decir en voz alta: no, es que a mí no me gusta la poesía. Y quedarse tan ancho. ¿No me gusta la poesía? ¿Has escuchado a alguien que diga no me gusta la música, paso del cine, me aburre la pintura? Puedes detestar el reggaeton o dormirte con el jazz, ser incapaz de tragarte una peli de miedo o vomitar con las comedias románticas. Puedes mearte en un cuadro de Miró o bostezar frente a las Meninas de Velázquez. Pero siempre se le concede el derecho a la oportunidad a cualquier arte, porque nunca sabes cuando te va a pillar por los huevos para hacerte estremecer con sus embestidas. Nunca sabes cuándo va a posarse sobre ti y anidar follándote hasta que no puedas pensar en otra cosa. En eso consiste al final. Y sin embargo, hay tantos y tantos que dicen sin ruborizarse que no les gusta la poesía que casi da rabia, joder, que te cabrea hasta ese punto en el que amenazas: te vas a enterar tú y todo tu mundo de notienesniputaidea que vas abanderando.

Y pegas un puñetazo en la mesa, tan fuerte que hasta te haces daño.

Tiene razón Escandar y hasta añado que existen muchos poetas a los que tampoco les gusta la poesía. O no, rectifico: claro que les gusta la poesía. Sobre todo la suya. La que no sea suya, de qué. Para mitigar esa tendencia Gsús Bonilla y yo hemos creado Domingos Versaurios.

Domingos Versaurios es una dupla bar-blog cuyo proyecto bífido de fracaso trata de responder a las siguientes preguntas: ¿qué están haciendo los demás, qué escriben ellos, cuáles son las propuestas de los otros, qué se mueve fuera de mis cinco metros cuadrados? Cuando digo proyecto de fracaso me refiero a que damos la derrota por garantizada, habida cuenta de queHipólito García Bolo, probablemente el hombre-nodo que mejor conoce la poesía cervecera de Madrid, maneja una lista que asciende a casi cuatrocientos poetas y va a ser imposible llegar ni a la mínima parte, pero vamos a intentarlo con reseñas, encuestas, críticas, entrevistas, convocatorias, crónicas y lo que haga falta, las que realicemos nosotros y las vuestras, no basadas en nuestros conocimientos, que no los tenemos o los tenemos falibles e incompletos, sino en nuestro afán de mejora y valentía de propagadores. Pero insisto: la idea se apoya en el otro, el paraíso son los otros, el mejor frontispicio para Domingos Versaurios podría ser algo así como NADIE ENTRE QUE SÓLO GUSTE DE SU PROPIA POESÍA.

JAM SESSION POLÍTICA
La jam dio comienzo sobre las dos en punto y me vi en la obligación de justificar el proyecto, habida cuenta de la polución de actos poéticos que anegan Madrid y entonces el nuestro para qué. Agradecí a Amargord, Canalla Ediciones, La Baragaña, La Vida Rima y Ya lo dijo Casimiro Parker que hayan puesto o vayan a poner poemarios a nuestra disposición, recordé el significado del Bukowski Club y Diablos Azules y lancé varias locuras de Kilimanjaro para arriba, apuestas de las que no cumpliremos ni una cuarta parte pero que nos emociona el sólo hecho de formularlas, y otras pequeñas que también nos arrebatan, como la de ir haciendo un árbol genealógico que registre la primera vez y por mediación de quién llegó cada poeta a este mundillo de micrófono y mahou, a fin de hacer un póster gigante para pegar en los bares, o, quizá, un escrito cómico-bíblico en el plan que sigue, no atendáis a la prelación de los nombres porque aún no lo he investigado:

En el principio fueron Inés Pradilla y Carlos Salem, que engendraron a José Naveiras, que engendró a Patty de Frutos, que engendró a Silvi Orion, que engendró a Víctor Sierra, que engendró a Marcus Versus...

La jam session me sorprendió por el número de poemas político-sociales que se recitaron, sobre todo contra los bancos, cantidad imposible de creer tres o cuatro años antes, cuando la crisis económica no había llegado a estas alturas de lágrimas, lo que demuestra que los poetas viven a pie y a piel de la calle. Jorge Carajo recitó con mucha fuerza un poema en homenaje a Miguel Hernández, otro en que nos hacía decir y yo estoy de acuerdo y un tercero sobre la muerte de un preso en las cárceles cubanas. José Manuel Gallardo leyó uno irónico contra los bancos, lo mismo que hizo Ana Pérez Cañamares con su ya clásico Hijo mío, en un tono de indignación contenida muy convincente.

En los bares se recita muy bien, pero a medida que transcurren los años son pocos (me estoy haciendo autocrítica) los que no se pasan de la raya y terminan entrando en el modo interpretación, modo que tampoco está mal pero que se encuentra más cercano a un poeta prototipo de Poetry Slam. De los poetas que me gustan porque huyen por igual de a) la mera lectura, b) de la recitación “en poeta”, a mi juicio demasiado engolada, y c) de las maneras histriónicas, figuran desde siempre Elia Maqueda, Escandar Algeet o Isabel García Mellado, y, de los que he conocido después, me gustan Vicente Drü y Nares Montero, también Pérez Cañamares, de la que muy pronto daremos un notición.

ROBERTO MENÉNDEZ Y JULIO MEDINA GIMENES
Los dos poetas que más brillaron para mi ojo seguramente torcido fueron Roberto Menéndez yJulio Medina Gimenes. Menéndez es el editor de Canalla Ediciones y no acostumbra a recitar; el domingo lo hizo y estuvo irónico, punzante, político, acertado, primero con un poema sarcástico en que arremetía contra los revolucionarios de terraza y mando a distancia, y luego con otro donde denunciaba el culto a la juventud y se pronunciaba en favor de la arruga. Prefiero la elegancia a la belleza, dijo; amo los cuerpos con pasado. Menéndez me anunció que el próximo poemario que sacará su editorial será el de Biel Vila.

Julio Medina Gimenes, por su parte, es un poeta de una verbosidad peligrosa, muy capaz de quedarse con el micrófono para él solo, tanto que le previne con aquello que pintaron los jóvenes del 68 a Jean-Paul Sartre cuando fue a dar una conferencia en la Sorbona, “SARTRE: SÉ BREVE”, pero el domingo estuvo magnífico, sobre todo en los prolegómenos de los poemas, donde aparte de contarnos sus estupefacientes dificultades para hacer las fotocopias, en las que fue engañado por un árabe, también nos transmitió la nostalgia que siente ahora que sus hijos muy pequeños están de viaje. Tras unas cuantas frases que ya contenían más de lírico que de coloquial, de pronto nos suelta:

–Me ocurre ahora que quiero cambiarle los pañales a la almohada.

Sólo con un precipitado de lecturas como las que posee Medina Gimenes se pueden hacer frases así sobre la marcha. Los poemas que leyó siguen contando con momentos muy buenos y momentos muertos, sobrantes, a los que falta una labor de arel y tijera. Decía el futbolista Alfredo Di Stéfano que se juega como se es y en nadie como en Medina veo que se hace carne ese aserto. Este poeta escribe tal como es: tierno, verboso, telúrico, excesivo. El poeta argentino también hizo de fotógrafo junto con Carmen Lafuente y su galería de imágenes en facebook se puede ver AQUÍ.

Juan Pinilla nos propuso acompañar mímicamente la recitación de su poema Viento de noviembre, y nos invitó a la jam session de haikus que se celebrará este mismo día 12 en el Dinosaurio. Pinilla nos recordó que los haikus estrictos no tienen nada que ver con los europeizados que hacemos la mayoría de nosotros:

–Hasta Benedetti tiene un libro de haikus por ahí –nos precisó– a los que llama haikus, pero no son haikus. 

La venezolana/checa/burgalesa/madrileña Ludmila recitó con el móvil un poema sobre la falta de Dios y una Receta de cómo preparar un plato de carne suculenta que venía a ser una epístola irónica contra la (falta de) moral de nuestra época. A Marta Ibáñez la empiezo a conocer. Félix Sánchez se presentó como lector y nos leyó su Manual de instrucciones de rutinas extraordinarias. A Lidia Fernández ya sólo le quedan treinta ejemplares de Sociedades de trastienda, libro que salió hace tres o cuatro meses en Ediciones Crusoe. Con Lidia hablé tras la jam de la diferencia que hay entre un recital mañanero/vespertino y un recital nocturno, sobre todo en la falta de vértigo, pues por la noche todo son prisas por la hora de cierre, horario de metro y el trabajo del día siguiente (me refiero a los que aún tienen trabajo). 

Con Silvia Nieva departí sobre el Poetry Slam de Madrid, que ahora se celebra en el teatro Alfil y cuya entrada cuesta ocho euros. De momento va muy bien y están cubriendo el aforo. Me dijo que no ganan nada, porque todo se les va en gastos varios, pagar el viaje y la estancia de los poetas invitados y por ahí (el último mes lo han saldado con un superávit de treinta euros).

–¿Y para recitar, cómo se hace? –le pregunté.
–Hay que apuntarse. Cada poeta pasa a una lista por orden de petición. Tenemos una cola larguísima.

Abel Hernández es un poeta albaceteño que está en Madrid con su libro No soy don, soy yo, el que presentará este mismo jueves a las 20:00 horas en La Marabunta, y que viene muy bien ilustrado por él mismo. Recitó bien, rítmico, seguro. Será presentado por el actor Santi Senso, que nos brindó una actuación improvisada. Adela Ferrer leyó un poema y un saludo de Javier Jover a la jam, y después recitó uno propio. Ferrer empezó extraordinariamente nerviosa, con las manos como cubiertas de alacranes, y acabó intensa, desatada, en huracán puro.

Max es un hombre que se presentó como no poeta y que mira con los ojos muy profundos, casi de eremita o persona que ha pasado mucho tiempo pensando. En uno de sus poemas dijo algo casi segismundiano: Mientras vivo el sueño de soñar que vivoJulio Quémasda nos transmitió los proyectos de los poetas bárbaros para seguir expandiendo la poesía en la universidad y donde haga falta. Julio se ha convertido en muy poco tiempo en uno de los grandes animadores/organizadores de la telaraña poética de Madrid.

El último poeta que recitó fue Pablo Cortina, a quien cometí el error de presentarlo como un “animal del escenario”, pues baste que hagas una presentación así para que el poeta no esté tan animal como en otras ocasiones, como así fue. Recitó un poema político sobre el 25S y fechas similares y, aunque el trabajo contenía buenos momentos y gustó lo suyo, creo que Cortina funciona mejor cuando escribe más íntimo y cotidiano: cuando mira más cerca llega más lejos. De este poeta que resultó finalista del Poetry Slam nacional resalto siempre los procedimientos con los que logra competir con otros monstruos como él. He asistido a actuaciones para el recuerdo de Dani OrvizNacho Aldeguer Antonio Díez, pero algunas de ellas (algunas, repito), texto y talento innegables aparte, son actuaciones corporales y pulmonares, demostraciones de movimiento, músculo vocal y decibelios: pienso que les costará recitar con setenta años esos poemas de tanta exigencia física, lo digo sin ninguna intención de desdoro, ya saben de mi admiración por ellos. Cortina, en cambio, triunfa ante el micrófono bajando la voz, haciendo silencios, componiendo caras, dándole tiempo a sus armas favoritas, el asombro, la ironía, el absurdo del sentido común y el sentido común de lo absurdo.

Nos lo pasamos bien a unas horas desacostumbradas. Acudieron además muchas personas a escuchar, como MartaFederico Romero o poetas como José Antonio PamiesÁngeles Fernangómez o Martín Rodríguez-Gaona, que llegó tarde, y otros que me olvido. Carlos Salemcompareció cuando ya habíamos terminado. Se me ha olvidado decir que Marisol también se animó a recitar. Pensando en los siguientes domingos, y teniendo en cuenta que no creo que consigamos convocar a tantos poetas-héroe para una hora tan insólita, y a falta de comentarlo con Bonilla (el domingo no pudo venir), haremos una jam session normal en el caso de que acudan más de diez poetas, pero en el caso de que acudan menos celebraremos una tertulia decrítica no feroz, esto es: cada uno lee un poema y a continuación los demás lo criticamos de forma constructiva, sin que el autor del texto tenga derecho a defenderse, siguiendo las reglas del Grupo 42 alemán (Günter Grass, Böll, etc). Pero repito que se tratará de una crítica no feroz, pues no es cuestión de que nos vayamos llorando a casa al descubrir lo engendroso de nuestros engendros.

La cuestión es la que dice Algeet en su manifiesto: os vais a enterar. Sí. Vosotros. Los que decís que no, es que a mí no me gusta la poesía. Nos hemos quedado con vuestras caras y no perdonamos. El domingo que viene volvemos.
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