miércoles 2 de mayo de 2012
VIII
El que pide se ha dormido
sobre la cresta de la hierba.
Allá, dos chinos discuten en francés:
teléfono en mano, argumentan.
Detrás de la peluquería y el mercado,
un hombre solo mastica el ritmo
cerca de los nuevos periódicos.
Ya es mañana en la ciudad,
y las estatuas de las fuentes
no se han transportado todavía.
La clave está en hallar más espacio
para estos tristes edificios lacónicos.
Acariciar, joven, el edén de las palomas,
y un refresco para los negros invernales.
Una fotografía entonces se encamina:
sin duda no aparecerá esta chica rubia
que ahora entra en plano suavemente.
(La ciudad es un enorme cerebro
donde tejen su red las sensaciones.)
Descanso para dejar de observar:
" Si es tan amable, póngame
tres delirantes zumos de naranja".
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