a veces viene isa temprano en la mañana
colgada todavía del último subidón de crak
y le da por coger una de mis playeras raídas del cartón donde echo la ropa
para luego ponerse a sacudir con ella
la ventana y el polvo del techo y las telarañas que se forman
debajo de la cama y en las esquinas y detrás del refri:
un torbellino humano impulsado por torrentes de dopamina
que aún se da tiempo para agarrar la escoba y
barrer hasta el último rincón del piso
el jaleo que arma siempre me termina despertando
hago un esfuerzo sobrehumano para girar la cabeza
y la miro con ojos resacosos y le digo
isa, bájale a tu puto pedo
y vete a traerme un seis de cerveza
si aceptaras que yo viviera contigo, villa
-la oigo delirar desde el fregadero-
este puto cuarto no parecería una pocilga
podrías incluso sentarte a cagar en ese asqueroso inodoro
sin riesgo de contraer una maldita septicemia por el culo
lavaría tu ropa, la plancharía, la doblaría con esmero
y bordaría tus iniciales en los calzoncillos
me encargaría de hacerte comida decente
que sustituyera tu terrorífica dieta 24/7 de pizza papa john
y te cuidaría cuando enfermaras
si vivieras conmigo, isa, pequeña
-cierro un ojo para ahorrar energía y poder levantar la voz-
en menos de una semana vería instalarse en esta que tú llamas pocilga
a dos o tres de esos repugnantes homínidos drogadictos cuya compañía frecuentas
ellos se apropiarían entonces de mi cama
para hacerla teatro de sórdidas cópulas multitudinarias
se beberían mis botellas como si fueran agua
se tragarían mis hawaianas de papa johns de una sentada sin siquiera darme un pedazo
golpearían al repartidor para quitarle el dinero y el celular
y luego me golpearían a mí y me robarían la compu y la vagina de silicón autorregulable
que tantas fabulosas pajas me ha procurado
para irse corriendo a intercambiarlas por droga;
anda, arráncate y tráeme esas cervezas
eso es lo malo de los pinches vejestorios como tú, cabrón
-ahora isa está a medio metro de mi cama
blandiendo la escoba cual avezado caballero medieval curtido en lances de batalla-
que ya perdieron la fe en el ser humano
que padecen paranoia galopante y se imaginan que existe
un complot universal para darles por el culo
creyendo que todo el mundo es tan hijo de puta como ellos
¿has oído hablar de algo que se llama amor, hijo de la chingada?
¿crees que lo que yo siento por ti puede comprarse con dinero?
¿crees que es fácil hallar una mujer que soporte coger con un despojo humano como tú
y que además esté dispuesta a cuidarlo y hacerlo feliz?
otra vez la burra al trigo con el puto amor
-he saltado fuera de la cama para interponer distancia
entre mi molido cuerpo y la escoba en manos de mi exaltada amiga-
¿de modo que tú puedes irrumpir a cualquier hora de la madrugada en mi humilde morada
puesta siempre hasta el culo de crak o alguna otra porquería de esas que te metes
y hacer un buen desmadre con mi ropa y enseres domésticos
y hablar de modificar mis esquemas alimenticios basados en pizza, cerveza y doritos nachos
sin más argumento que la supuesta existencia dentro de tu corazón
de un profundo e incomprobable sentimiento amoroso?
no me quieras ver la cara de pendejo, isa
y vete ya por el puto seis
que me está cargando la verga por la jodida resaca
"¿y ahora de qué mierda te has estado inyectando, isa?"
"acaba ya de encularme, cabrón, y dame esos 200 pesos
que el jimmy no me vende merca si voy a tocarle después de las 9"
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