sábado 10 de marzo de 2012
CONFESIONES DE LAS QUE QUEMAN POR DENTRO
Quizá sea porque hoy mi tía mas querida se debate entre la vida y la muerte en la frialdad de una UCI, porque su cerebro, cansado de tanto estress, sufrimiento y soledad, ha decidido sangrar como una posible forma de quejarse de la vida que ha llevado, como una forma de hacerme ver que, con todo lo que he querido, y quiero a mi tía, ha estado sola en esos momentos en los que abandonada al coma vio por última vez su habitación vacía, en estos momentos en los que soy mas consciente que nunca de que, quizá, cuido de los demás abandonando a los míos...
Me arde el alma, mis entrañas me repugnan, porque el destino cruel y caprichoso, sazonado con unas pizcas de hijoputismo, me ha hecho caer mucho mas bajo.
En mi vida los rechazos han sido un común denominador, he vivido, he sufrido y me he recuperado de ellos, como aquella persona que padece una enfermedad crónica, esperándolos antes de que lleguen y resignándome cuanto suceden.
En ésta espera inhumana en la que me encuentro, deseando que mi tía dé alguna señal de que su cuerpo quiere luchar para quedarse con nosotros, para darme la oportunidad de llevármela a casa y mostrarle todo lo que no le he mostrado en mucho tiempo, en ésta espera, mi caprichoso lóbulo límbico ha decidido machacarme mas, y, un peso agónico en el pecho, justo detrás del pericardio, me asfixia y me obliga a escupir los recuerdos, mas vívidos que nunca...
La tónica de mi vida, ser rechazada, ser sustituida por otra persona...
Mi primera pareja, debido a mi absoluta pasión por mi trabajo, debido a que no encontraba tiempo para él, debido a mi, a mi culpa, decidió sustituirme por una mujer que se dedicaba, y se dedica, en cuerpo y alma a él, lo entendí y hoy seré la madrina de su boda en junio.
Mi segunda pareja, me rechazó, me sustituyó por su mundo enigmático, cerrado, en el que no encontró sitio para mi, simplemente se fue sin decir nada mas, y aún hoy, querría poder volver a hablarle para decirle lo que le echo de menos en mi vida y mi intenso deseo de tenerle como amigo, sean cuales sean los pasos que ha dado, decirle cuanto echo de menos nuestras largas charlas, nuestras risas, cuanto le echo de menos como persona que me hizo sentir feliz, sin reproches, sin nada mas que cariño...
El último hombre que me ha gustado mucho mas allá del raciocinio y por el que lo hubiese dejado todo para conocerle, ha vuelto a rechazarme, sin ni siquiera tenerme, ha vuelto a sustituirme por una mujer estupenda, increíble, por una pasión irremediable que no puede amansar, ha intentado decirme todo lo que valgo antes de sustituirme, aunque no era necesario. Ahora sólo siento el deseo de tenerlo, de tenerlos a ambos, en mi vida, como buenos amigos, ahora sólo quiero digerir éste nuevo rechazo y volver a levantarme del suelo, tan firme como duro...
Hay días en los que sólo se puede llorar, y ni esas lágrimas van a servirte de algo, no van a limpiarte...
Hoy sólo quiero llorar y prender fuego a mi llanto
Minuet, muy buena tu entrada y gracias por hacerte seguidora del Nido, estas invitada, te puedes quedar si quieres en este Nido tan acogedor, somos muchos y variados, pero muy buena gente. Un abrazo.
ResponderEliminarSiento lo de tu tía, te acompaño en el sentimiento. Un abrazo.
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