«Animula, vagula, blandula / Hospes
comesque corporis / Quae nunc abibis in loca / Pallidula, rigida,
nudula, / Nec, ut soles, dabis iocos…»
Un poema de Lidia Fernández sobre una que yo me sé :)
Ayer Lidia me sorprendió con esta maravilla y regalazo, que me altera las vanidades pero también el botón de agradecer. Así que eso: ahora, feliz, feliz.
Lidia escribe AQUÍSegundos
Que tus hombros fueran toboganes
Y tu piel,
La constelación reluciente
De un presidio sin verjas,
Cautiva de una insensatez
Aullante de terciopelo.
Que tu piel fuera todo,
Oro turbio para deslizar
El cabello sobre las clavículas,
Furtivo de aquellos tiempos de la juventud
Inagotable que te preña,
Hoy…
Donde ojos redondos caen en cascada
Sobre el verso luminado de tu sien,
En la boca blanca de tus dientes,
Para permanecer herido el tiempo de un reloj,
Hasta que llegue otro día, tal vez…
Segundos en tu espalda
Y así, volver a la sensibilidad
Del segundero
Y que siga llorando tu poesía.
Y tu piel,
La constelación reluciente
De un presidio sin verjas,
Cautiva de una insensatez
Aullante de terciopelo.
Que tu piel fuera todo,
Oro turbio para deslizar
El cabello sobre las clavículas,
Furtivo de aquellos tiempos de la juventud
Inagotable que te preña,
Hoy…
Donde ojos redondos caen en cascada
Sobre el verso luminado de tu sien,
En la boca blanca de tus dientes,
Para permanecer herido el tiempo de un reloj,
Hasta que llegue otro día, tal vez…
Segundos en tu espalda
Y así, volver a la sensibilidad
Del segundero
Y que siga llorando tu poesía.
Publicado en más médicos que enfermos
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