imayin

imagina que no existe y no ha existido nunca dios
-en realidad no existe, pero de todos modos
es difícil visualizar la magnitud de su ausencia-
imagina que aun si dios existiese
lo más probable es que ni tu existencia ni la mía
ni la de nadie más
le importase un puto pedazo de mierda

imagina que toda la gente alrededor
eligiera fundamentar el sentido de la propia vida
no en quimeras surgidas dentro de cerebros llenos de mierdas sobrenaturales
sino simplemente en la idea de pasarla lo mejor posible
sin joder por ello demasiado a los demás,
tirarse unos cuantos años de puta madre aquí abajo
cogiendo, bailando, cantando, bebiendo cerveza a la orilla del mar
-cero rollos trascendentales, místicos o de ultratumba-
y a la hora de reventar hacerlo rápido y sin mucho ruido
como una sombra que se alarga hundiéndose en la noche
y no deja detrás sino el espectro del olvido

imagina que no hay rusos ni chinos ni ugandeses ni arios
ni australianos ni hondureños ni cabrones gringos hijos de la chingada
y que cualquier hombre o mujer fuera solo eso:
un hombre, una mujer, nada más

imagina las fábricas de armamento fabricando muñecas sexuales de silicón casi humanas
imagina los laboratorios secretos del pentágono y el kremlin
invirtiendo todo su presupuesto en sacar una puta pastilla
tan barata como la aspirina pero que en lugar de aliviarte el dolor de cabeza
te produjera un orgasmo como si cogieras con scarlet johanson

imagina que las mezquitas de arabia fueran locales de venta de marihuana y alcohol
que las catedrales medievales fueran centros de reunión de swingers
que las testigos de jehová tocaran a tu puerta ofreciendo hacerte una mamada
dejarse hacer un francés, o al menos practicarte una paja;
imagina que la casa blanca fuera un hotel para indigentes
donde cada noche se turnara un personaje rico y famoso
-bill gates, cr7, isabel de inglaterra, usain bolt-
para recibir a los borrachines, malvivientes, fracasados y perdedores
que acudieran por un plato de sopa y una cama
y fumarse un cigarrito con ellos y platicar un rato
de how´s life treating you lately, buddy  y cosas de esas

imagina que regresa jesucristo en una puta nave espacial
pero que ahora, en lugar de recorrer la tierra en plan de predicador
de sermones pendejos centrados en la salvación y la vida eterna y el apocalipsis
y cagando siempre la estaca con que su padre nos ama con un amor del copón,
mantiene cerrado el puto hocico todo el tiempo y tan solo se limita
a erradicar el sida, el ébola, el hambre, las putas religiones etc
a hacer caer rayos exterminadores sobre todos aquellos hijos de puta que le salen al paso,
y a repetir en todas partes el único puto milagro que realmente valió la pena que hiciera:
convertir el agua en vino, vodka, whisky, cerveza y lo que fuese necesario

yo sé que tú vas a decir "el puto villa debe estar metiéndole duro al peyote otra vez"
yo sé que tú vas a pensar "cuándo terminará de morirse este pendejo para ya no tener que leer
todas las mamadas que le da por publicar"
pero yo te voy a decir "hey, espera, que todavía no acabo, todavía me falta
pedirte que imagines algo que, si acaso todo lo anterior no hubiera bastado
para agotar hasta el último de tus recursos imaginativos,
seguro que te resultará más difícil de imaginar que lo ya mencionado allí arriba"

tenemos, pues, que ya no hay dioses, ni fronteras ni división entre razas
tenemos que se erradicó de la tierra el hambre, la enfermedad y el dolor
y que jesucristo ya se volvió al cielo en la puta nave espacial;
y ahora no queda más que ultimar un mínimo detalle
-ponerle, como si dijéramos, la cereza al pastel-
para que este congal vuelva a ser un paraíso en toda la extensión de la palabra:

imagina, entonces, que
en aras de convertir en realidad esa grandiosa meta, ese maravilloso sueño imaginado
todos los poetas del mundo se ponen de acuerdo
para comenzar a ahorrarle al resto de sus congéneres
la continua manifestación de ese lamento, al que son ellos tan afectos
-y que constituye la materia prima de todos sus pedorros y floripondios poemas-
acerca de lo mucho que los entristece y los aflige y los emputece
el hecho de que nadie nunca los acepte y los ame y los idolatre por ser como son
-es decir, por ser unos putos huevones quejumbrosos que solo viven del cuento-
y así, imbuidos de la determinación heroica de ya no joder al mundo con sus mariconadas
van y cogen toda su puta poesía y sus pequeños libritos y su infinita autocompasión etc

y se los meten por el culo de una maldita vez por todas...


bueno, si te sirve de consuelo, creo que esto ni el puto john lennon habría podido imaginarlo