a mi novia bisexual de 17

cuando llevo cerveza a la playa
para emborracharme contigo
tú destapas las jodidas latas a toda velocidad
y te las tomas como si tuvieran agua
y parece como si no te dieras cuenta
de que siendo un puto vejestorio de más de 60
yo no puedo aguantar tu estilo de agarrar el pedo
y además tampoco me sobra el pinche dinero
para pagarte todo el maldito río de alcohol que
por alguna cuestión genética heredada quizás de tu alcohólico padre
necesitas meterte dentro antes de
por fin llegar a sentirte de puta madre
gracias en buena medida al hecho
de que la brutal cantidad de alcohol ingerida
actúa como un bloqueador temporal de la memoria
y te permite olvidar a esa puta de tu ex novia belinda
la jovencísima francesa estudiante de arquitectura
con quien viviste un año y pico antes de que ella
te mandara a la mierda cuando decidió
volver a parís para casarse con su novio de la infancia;
tengo las arterias obstruídas y el hígado endurecido
la carótida inflamada, los pulmones con 80 % de necrosis
un tumor en formación en el puto testículo derecho
que lo más probable es que resulte canceroso
y la puta viagra me produce arritmias y visión borrosa
y unos temblores que no se me quitan en tres días;
ya pronto van a cumplirse dos años
que los putos doctores me dieron el desahucio
y pronosticaron que reventaría en algunos meses
suponiendo en cierta forma que ello me motivaría
para dejar el alcohol y las drogas y el sexo salvaje con mi novia bisexual ninfómana
a fin de llevar en lugar de mi vida de autodestrucción
una vida de meditación y reposo y tranquilos paseítos a lo largo de estúpidos senderos con flores
encerrado en alguna puta casa de retiro para vejestorios inservibles;
tengo picos de tensión alta que al sobrevenir
colocan mi cuerpo al borde del colapso
tengo ataques de pánico en la madrugada
tengo hipotecada la jodida casa, el coche, la harley que le voy a dejar en herencia
a mi comadre elenita para que vaya a dejarme unas putas flores de vez en cuando al panteón
cuando yo me encuentre ya por fin guardado bajo tierra
tengo hipotecados hasta los pinches huevos pero
me sigo gastando hasta el último centavo al que consigo echar mano
en cerveza y viagra y un jodido polvo blanco que es más talco para bebé que otra cosa;
y tengo los primeros síntomas del alzheimer gracias a cuyo efecto

ya no tengo ni puta idea de a dónde diablos quería llegar cuando empecé a escribir esta pendejada