domingo, 19 de marzo de 2017

el día de la boda de mi madre


el primer viaje en el tiempo que hice
programé la máquina para que me llevara
a finales de mayo de 1950, la mañana del día
en que mi pobre madre cometería el tremendo error
de casarse por la iglesia con el cabrón de mi padre,
nueve meses antes de que la susodicha
me diera a luz en una vieja casona de paredes de barro
situada a las afueras de ayutla, jalisco, méxico
a escasos metros de lo que entonces era un riachuelo
y hoy es un arenal invadido por zarzas y matorrales;
programé la máquina para poder llegar
unas horas antes de aquel aciago acontecimiento
y tener oportunidad de advertirle a mi madre
-joven y bella aún, enamorada y ciega-
de la puta vida de mierda a la que se abocaba
de las golpizas, el desprecio, las humillaciones delante de las putas
las interminables épocas de miseria, frustración y soledad
y de su triste muerte a los 44 por culpa de una hernia abdominal
producto de las miles de patadas que el hijo de puta
se cuidaría de encajarle en los terroríficos años por venir
"no te cases, madre" pensaba decirle
"huye de este puto lugar, vente conmigo en la máquina del tiempo"
y quizás hubiera podido convencerla de no casarse
quizás hubiera podido sacarla de aquel lugar y aquel tiempo
y arrancarla de las brutales zarpas de la bestia que ella amaba
pero estando allá se me ocurrió la genial idea
de aprovechar el viaje para echarle un vistazo
al congal donde en el verano del 64
no mucho después de haber cumplido los trece años
habría yo de perder la virginidad con una puta de nombre mayra
que después de echarle un palo por el que me cobró 20 pesos
me dejó que le diera por el culo, causando con ello
que permaneciera encoñado de ella durante los siguientes 7 años;
"no te cases, madre, el príncipe de tus sueños es un puto psicópata en ciernes"
sólo para decirle esto a mi desgraciada madre
y que ella pudiera retractarse de cagarla
viajé 67 años hacia atrás en el tiempo:
pero acabé borracho en el congal y no fui a la boda
me emborraché con las putas y me olvidé de mi madre
y a la mañana siguiente ella estaba convertida ya
en la radiante y feliz mujer de aquel cabrón psicópata

y yo depositado en su vientre y con toda la puta vida por delante





1 comentario:

  1. Y todo por echarle el ojo a un congal. Quë fuerte. Habrías salvado dos almas pero la Mayra fue más fuerte. Mal plan.

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