le declara trump la guerra a china

sería un buen titular que encontrarse
alguna de esas aburridas interminables tardes
que con tanta frecuencia suelen florecer los días entre semana
cuando uno deambula ocioso por la casa
sin partido de champions, sin encuentro sexual inminente
sin planes de nada, sin siquiera el antojo
de ver por enésima vez en pornhub cómo un negro
ensarta con la verga gruesa como el tronco de un abeto
a una adolescente rubia con peinado de trencitas y
recaer luego a falta de otra cosa
en la desganada paja de rigor
una de esas tardes grises viejas como el mundo
tardes como hojas muertas del árbol del tiempo
en que agonizas de abulia medio echado en el sillón
y abres la compu in extremis y te asalta la vista
alguno de los sempiternos titulares de noticias que
ya no son noticia: "mueren 500 en un choque de trenes en india"
"explota bomba en mercado de istanbul, hay 200 cadáveres"
"anuncia putin su jubilación para finales del 2065"
"descubren el gen que causa la estupidez: es el mismo que
provoca en las personas la afición al futbol"
y es tan aplastante el tedio -su mortífero aliento-
que incluso llegas a encontrar normal
sentir de pronto nostalgia por aquella lejana mañana
del 11 de septiembre de 2001 cuando al prender la tele
miraste en directo el segundo avión incrustarse de lleno
en la torre sur del wtc como cuchillo en mantequilla
y pensaste "esos hijos de puta de cnn
ahora también recurren a los efectos especiales para
ganar un poco más de audiencia" y casi aplaudiste
de lo bien que les quedó el colapso de los edificios

lanzaré la bomba atómica sobre los motherfuckers violadores de meksiko
si mi gran amigo peña nieto no pagar ahora mismo the construction of the wall