la puerca vida

me suicidé un domingo a mediodía, después de vivir

una puta vida entera como poeta fracasado;

después de muerto, reencarné en puerco,

un pequeño puerco con dos agujeros en la trompa
y un rabito en espiral por arriba del culo;

no me acordaba de nada y me sentía bien

me sentía contento, alegre, yo diría que hasta feliz

los primeros días me la pasé pegado a las tetas de mi madre

una de las puercas más grandes del chiquero

que vivía practicamente echada en un rincón

alimentándonos a mis 12 hermanos y a mí;

luego empecé a crecer aceleradamente

me fui poniendo cada vez más puerco

comía mucha mierda y dormía largas horas

me revolcaba en el lodo junto a mis hermanos

jugaba con ellos a treparnos unos encima de los otros

y al final de mi adolescencia -que en un puerco llega pronto-

me puse a follar con las puercas:

me follaba todo lo que tuviera un agujero

me follaba incluso a mis hermanas

y desde luego a mi madre

-que por cierto era una folladora de primer nivel-

¡qué feliz vida de puerco era la mía!

¡tragar mucha mierda, dormir doce horas y luego follar!

¡y al siguiente día hacer lo mismo otra vez!

"¡su puta madre, pensaba yo a veces en medio de mi felicidad,

de haberlo sabido me suicido antes!"

una puerca vida plenamente satisfactoria

una puerca vida espléndida y carnal

sin putos complejos cristianos, ni putas ideas occidentales

de competitividad y éxito y apariencia de triunfador

una magnífica vida de puerco

-no hay nada comparable, se los puedo asegurar-

pero bueno, también en la vida de los puercos funciona ese principio universal
según el cual la felicidad no puede durar mucho

y el caso es que un día, de pronto, sin venir a cuento de nada

en lo profundo de mi alma de puerco surgió esa necesidad

esa puta manía, esa asquerosa compulsión

de escribir un poema

¡mi ser poético había sobrevivido a mi reencarnación en puerco!

¡yo seguía siendo un jodido poeta ahora en versión porcina!

desde luego, percatarme de eso me hizo deprimir

dejé de comer aquellas enormes cantidades de mierda

dejé de dormir placidamente durante horas

dejé de follar con mis lujuriosas compañeras

y en vez de ello me puse a escribir poesía;

ahora llevo ya un tiempo escribiendo poemas de amor

poemas de nostalgia y amaneceres y miradas enigmáticas
poemas de espinas y corazones rotos y dolor y congoja;

lo siguiente que me queda es suicidarme, logicamente
sin embargo, sospecho que no me dará tiempo:

ayer me subieron a la báscula y peso ya 400 kilos

y por los rumores que he oído, pronto abandonaré el chiquero
pronto estaré con ustedes, mis amados lectores

metido entre dos delgadas rebanadas de pan

untadas de mostaza y salsa de tomate