miércoles, 27 de julio de 2016

mi cuarto año sin aurora


una servilleta de papel
blanca, doblada varias veces, muy ajada
con el dibujo a tinta de un corazón atravesado
por una flecha,
y las palabras "te quiero, eres el amor de mi vida
me quedaré contigo hasta el fin de los tiempos",
tu nombre "aurora" y la fecha
"julio 3 de 2012, a la orilla del mar"
ya casi ilegibles a causa de tantos
ciclos de lavado por los que habría pasado
el pantalón en cuyo bolsillo trasero debí guardarla
en el transcurso de aquella velada -aquel 3 de julio-
mientras tomábamos, sentados a una mesa instalada en la playa
un trago en el "burro bar" como preámbulo
al par de palos que un poco más tarde
nos meteríamos a echar en un hotelito del rumbo;
la encontré anoche -la servilleta- cuando al deslizar la mano
-distraídamente, porque nunca cargo allí los condones-
dentro del bolsillo trasero de dicho pantalón
mis dedos tocaron la raída textura
de aquel olvidado vestigio alojado en su fondo
de una era ya prescrita y muerta;
la extraje de allí y la desdoblé con cuidado
mientras marisa a mi lado se quitaba las bragas
y me cogía del brazo para atraerme a la cama
-"voy a hacerte una mamada, cabrón
y después te pones a buscar los putos condones"-
y empecé a descifrar el desgastado mensaje
te-quie-ro-e-res-el-a-mor-de-mi-vida...
mientras iba sintiendo cómo vibraba
en la punta de mi verga la experta lengua
de aquella puta, que tres minutos más tarde
logró llevarme a la eyaculación...

"me quedaré contigo hasta el fin de los tiempos" le dije a marisa
mientras me limpiaba el semen con aquel estúpido papel

"si no supiera que eres poeta, hijo de la chingada,
pensaría que sólo abres la boca para decir pendejadas"


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