soy el más grande poeta de la galaxia y sus alrededores

en la página de facebook del -según sus 4 seguidores-
genial e incomparable "poeta de culto" josé villa,
(ahora, por lo visto, basta con que uno publique
media docena de poemas en internet para que a la semana siguiente
pueda ya ser declarado como poeta de culto)
apareció la madrugada de ayer el siguiente aviso:

"son las 5 10 am y escribo esto
sentado a la barra del teivol danse conejitas bum bum:
el encargado me acaba de decir
que cierran el congal dentro de 20 minutos
y que si no pienso meterme a coger con una de las chicas
lo mejor será que deje de hacerme pendejo "allí sentado con tu puta cara de mamador de verga
escribiendo no sé qué mamones versitos en tu libretita de pasta dura
como si fueras una de esas putas quinceañeras pedorras y colgadas por justin bieber
que las usan para dibujar en ellas corazoncitos y maripositas de colores,
y que te vayas a escribir a la verga, pinche maricón de mierda";
lo que no sabe este hijo de puta
-al que hace tiempo, en un momento de debilidad emocional,
tuve la pendeja ocurrencia de confesarle que soy poeta-
es que esta vez no estoy escribiendo un poema
sino redactando la nota de suicidio que legaré a la posteridad
para que las generaciones venideras puedan enterarse
de las verdaderas razones que acabaron terminando
por llevarme a tomar la decisión de adoptar esta drástica medida;
para empezar debo aclarar
que no se trata de que esté ni deprimido ni triste,
o de que me hayan descubierto un tumor en el hígado y por lo tanto
quiera evitarme así la agonía de un prolongado tratamiento:
se trata sencillamente de que estoy hasta los huevos
de esta puta vida de mierda que llevo,
de que estoy hasta los huevos
de que nada de lo que escribo sea reconocido ipso facto
como la maravillosa creación del genio poético más grande
que haya existido desde los tiempos de homero
-mejor incluso que dante o shakespeare-
y si bien es verdad que de vez en cuando
periodiquillos o revistillas de mínima difusión y que no lee ni su puta madre
sacan un artículo para anunciar que he publicado un nuevo libro de poemas
-en edición autofinanciada de 100 ejemplares elaborada en una imprenta cuya especialidad
son los calendarios con fotos de chicas tetonas que se distribuyen en talleres mecánicos-
o que voy a ofrecer un recital en determinado lugar,
lo cierto es que, tanto para las grandes casas editoriales como para
los medios de comunicación escrita más importantes del país,
yo, simple y sencillamente no existo
soy invisible, soy una mota de polvo en medio de un tornado
-cuando mucho soy sólo un puto despreciable y vil gusano
contra el que parece existir la consigna de ser silenciado sistematicamente-
el caso, en fin, es que he decidido tirar la toalla,
debo aceptar que fracasé y que no tengo ya nada que hacer aquí,
que de nada sirvió llevar la miserable vida de carencia y sacrifico que llevé;
que de nada tampoco sirvió
renunciar a una vida normal al lado de una mujer y con un trabajo estable
para poder a cambio concentrar todas mis energías en la consolidación y el despegue
de una que yo pensaba que sería fulgurante y exitosa carrera poética
pero que a fin de cuentas sólo terminó siendo nomás un puto desastre;
así, pues, tenemos
que luego de años enteros sobreviviendo a base de sopas de fideos precocidas y baguettes de saldo,
luego de largas décadas transcurridas en las frías salas de ruinosas bibliotecas pueblerinas
leyendo y escribiendo a la mortecina luz de lámparas con focos de 60 watts,
luego de miles de poemas publicados en internet,
y de cientos de recitales poéticos en jam sessions celebradas
en los más asquerosos tugurios de jalisco, nayarit y guanajuato
-rebajándome a compartir escenario con gentuza medio analfabeta de la peor estofa-
lo único, total, que conseguí obtener
a cambio de mi enjundia y dedicación y de mi amor a la poesía
es una dioptría de 5 grados, un agudo cuadro de malnutrición crónica,
volverme alcohólico gracias a las putas jam sessions
-donde en realidad de lo único que se trataba a fin de cuentas
era de ponerse hasta el culo de alcohol y de ligar con fulanas intelectualoides del tipo ese
que las pone cachondas la idea de que se las meta doblada por el culo un poeta-
y haberme vuelto un pinche viejo amargado y solitario
que a sus 64 tacos no tiene siquiera un puto cartón donde caerse muerto,
y el cual ahora, siendo ya las 5 25 am
-y a punto de que lo saquen a patadas del puto congal donde escribe esto-
ha vaciado subrepticiamente en el vaso de whisky medio vacío que tiene a un lado en la barra
10 gramos de cianuro que una vez adecuadamente disueltos
podrá entonces ya ingerir sin mayores problemas
para después, en fin, limitarse a esperar
que toda esta jodida mierda, toda la maldita farsa, el intrascendente discurrir de los días

se terminen para siempre de una puta vez"