lunes, 11 de enero de 2016

otro perro más que muerde el polvo


no me dolió que se muriera navarro,
ni que reventara hallándose solo y abandonado como un perro sarnoso
en aquel cuchitril que rentaba no lejos
de la playa
ni que nadie lo echara de menos
hasta que su cuerpo comenzó a apestar y
los bomberos lo encontraran ya hinchado
engusanado en su cama cuando tumbaron
la puerta de su cuarto
"pinche villa, me está llevando la chingada,
cualquier día ya no amanezco"
"¿tan jodido te sientes, cabrón?"
hace muchos años, navarro y yo
habíamos sido cuñados por algunos meses
antes de que su hermana decidiera que
meterse de puta le dejaba mejores dividendos
que ser la mujer de un poeta muerto de hambre
"eres un pobre pendejo, villa
y para acabarla de chingar, alcohólico:
búscate a otra pendeja que te afloje el culo"
su hermana se parecía bastante a navarro
flaca, morena, de perfil anguloso
-el tipo de mujer que más me gusta-
dos años después de dejarme
se enamoró de ella un polaco jubilado de 60 años
y se la llevó a vivir con él a manitoba
-ahora es viuda según su facebook
y vive con un indio mohawk de treintaytantos
en la casota que le dejó el polaco-
de vez en cuando le mandaba dinero a navarro
que siempre fue un puto drogadicto sin remisión
y que cuando cogió la gonorrea, más o menos
por aquellos años
nunca hizo el menor intento por someterse
a un tratamiento de antibióticos porque prefería
gastarse los dólares en estupefacientes
"no necesito ninguna puta medicina, pinche villa
la gonorrea se quita friccionándose la verga
con tinta de pulpo dos o tres veces por semana"
unas semanas antes de morirse
navarro me pidió dinero para comprarse un alcohol
yo le puse dos monedas en la mano
y le dije que aquello era lo único que tenía
navarro miró las monedas con rabia y
me las arrojó a los pies:
"métete tu puta limosna por el culo, pendejo"

¿qué me diría el cabrón si pudiera leer
la mierda de poema que escribí aquí arriba?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...