Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-
jueves, 22 de mayo de 2014
Árbol de la vida
Presa de un hálito
un vaho
separé primero
tu carne de mi cuerpo
y luego
mi nombre
entró en tus venas
cálido
como un secreto antiguo
¿dónde merodeo
cristalina sombra
savia suspendida
cuerpo de árbol?
apenas fue encendida
tu carne por mis dedos
su luz
hilándonos
de un nuestro mi amor
los pasos perdidos
caminamos hacia dentro
del árbol antiguo
que nos arrebató
la vida.
Publicado por Tomás Rivero en 13:50
No hay comentarios:
Publicar un comentario