te metí un dedo en el coño
y lo giré en su interior como si se tratara
de rebañar de las paredes de un tarro de nutella ya casi vacío
los restos de crema que aún quedaran adheridos
a ellas
y luego lo saqué y me lo llevé a la boca
y extendí sobre mi lengua los espesos grumos pardo-rojizos que
tu cuerpo expulsa aproximadamente
una vez cada 28 días,
antes de bajármelos con un buen trago de cerveza fría a la que añadí
un chorrito de limón
y ahora ponte de culo porque perdiste la apuesta
jajjajajja que bueno villita, aunque según la tradición brujeril después de tomar esos grumitos ya estarás siempre enamorado de esa mujer y estarás amarrado eternamente a ella.
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