encerraron al poeta en el psiquiátrico
en una celda insonorizada de paredes acolchadas
enfundado en camisa de fuerza, amarrado a la cama
lo sedaron, le pusieron un pedazo de cinta adhesiva
en la boca
llevaba años alcoholizado, se drogaba, se inyectaba
golpeaba a los vecinos, violaba a su madre
dos o tres veces por semana, a sus hermanas
asaltaba los transportes públicos, las viejas en el parque
huían al verlo acercarse
la gota que colmó el vaso fue cuando empezó a darle
por salir a los semáforos y ponerse a recitar
toda esa jodida letanía del amor y cuánto sufre
mi corazón, oh amada mía
cuando no te veo
todo tiene un puto límite
No es afortunado el poeta ni siquiera en la locura.
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