jueves, 27 de noviembre de 2014

LA MALQUERIDA


miércoles, 26 de noviembre de 2014

Y en el capítulo de hoy...

... de su telenovela favorita. Culebrón al detalle de una vida francamente disoluta y variantes trémulos de emoción.

Sinopsis:

En el capítulo anterior, la MaLquEridA sumida en la incertidumbre daba vueltas y vueltas en el interior de su mansión esperando que en cualquier momento el amor de su vida -ese no, el otro-, -el otro-, -que no, ese no, el otro, el que vive con ella- le reclamara por esa nota escrita en un arranque de furia.

Los días pasaban sin que este diera menor asomo de querer decirle algo. Lo miraba a los ojos queriendo descubrir el reclamo pero nanay, nada de nada. Ni maíz palomas.

El primer día después de ese hecho, comenzó por estrujarse las manos quedándole tan adoloridas que no podía ni sostener la cuchara del café.
Al día siguiente empezó a roerse las uñas de la mano izquierda, de la derecha no porque esa si la ocupa. Cuando no hubo más uñas siguió con las de la izquierda -ya ni modo- cuando terminó con ellas empezó a jalarse los pelos,  mejor dicho los cabellos no vayan ustedes a pensar otra cosa. 

De tanto jalárselos se estaba quedando calva y miren que ella tiene mucho pelo. Ya no podía más. No comía, no dormía, no reía, no cog... ejem ejem no nada de nada. Esto no podía seguir así.

Al cuarto día según las escrituras, digo perdón, según la que escribe, la MaLquEridA optó por preguntar lo que necesitaba saber.

La escena es así:

Barry -les dije que el amor de su vida, el que vive con ella, no los otros- sentado en el sofá veía los noticieros, las películas, deportes, etc. etc. o sea no veía nada. ¿Quién puede ver todo y nada a la vez? ¡exacto! los hombres.

la MaLquEridA sentada en el otro sofá aguardaba el momento preciso para soltar lo que le bullía en el pecho pero mientras Barry no tuviera la mirada perdida no podría preguntar.

De pronto, ¡Ohhh fútbol! ¡rápido MaLquEcita! ¡pregunta! ¡pregunta!

-Ejem ejem- Barry, ¿leíste lo que te escribí en tu cuaderno de notas?
-¿Eh?
-Que si leíste lo que escribí en tu cuaderno de notas.
-¿Eh? ah no, creo que no, ¿de qué hablas? ¿qué escribiste? ¿cuándo? a ver enséñame.
-¡¿No lo leíste?!
-¿Eh?
-¡Que si leíste lo que te escribí!
-No he leído nada tuyo. 
-¡¡¡WTF!!! ¡No puedo creerlo!
-¿Qué?
-Que no hayas leído nad...
-¡Ahhhhhh! ¿Viste esa falta? deberían expulsarlo.
-¿?
-¿Qué me decías MaLquEcitA?
-Nada Barry, nada.
-Bueno, me voy por la niña, ahorita regreso.
-Si.

¡AAAAAaaaagggggggghhhhhhh! Todos estos días sumida en la incertidumbre, con la sensación de haberle hecho daño y él ni siquiera leyó mi nota. ¡Ahhhhhhhhhhhh mátenme!

Dicho esto, apenas cerrando la puerta Barry, la MaLquEridA corrió a buscar el cuaderno de notas. Encontrando la hoja la arrancó haciéndola mil pedazos y arrojándola a la basura, sentose a esperar a que llegara su tormento. 

Nada había pasado. Esos días habían sido un infierno sin sentido. Podía descansar en paz. Nada ocurrió. El amor de su vida -el que vive con ella- no había leído la nota del desasosiego.

La vida regresa a la normalidad.

Ella siempre se había quejado que él era un despistado sin saber que eso casi casi la salvaría de un futuro roto.

Moraleja: Hay que pensar antes de actuar. para no terminar comiéndose las uñas, sumidos en la incertidumbre.
¿Y para qué? para nada. Mejor es que haya sido para nada, ¡fiuuu!

Colorín colorado, esta telenovela no ha terminado.

(No hace falta entender, solácense conmigo nomás)







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