jueves, 13 de noviembre de 2014

COMO ME PONGA FURA : EL BLOG

La viajera del tiempo

Publicado: 30 octubre, 2014 en Cuentecillos e historietas
5
esto es un monólogo que casi presentamos a un concurso para hacer Microteatro con Daniel Sánchez Arévalo. Al final nos entró el conocimiento y no nos presentamos al concurso, pero ahí quedó este texto. Se pedía que un actor o actriz hablara de sus experiencias como viajero en el tiempo. 
Hola, me llamo Tatiana y vengo de Zaragoza. Bueno, ahora vivo en Zaragoza pero en realidad nací en Rusia, en San Petersburgo, allá por mil novecientos y poco. Durante unos años viví de puta madre, ahí, de Gran Duquesa. Pero luego la cosa se fue poniendo chunga, chunga, cada vez peor, hasta que una noche entraron en casa unos soldados con muy mala pinta. Y yo eché a correr, a correr, a correr como una loca, y mira, tanto corrí que llegué hasta aquí y ahora.
Mis amigas me dicen que es imposible, que no se puede correr más deprisa que el tiempo y mucho menos que eso pase para llegar a Zaragoza. Bah, tonterías. ¿No me véis, que estoy aquí? Yo soy la prueba viviente de que sí es posible. Aún me dio tiempo de parar en una peluquería y cortarme el flequillo a lo hipster. Yo es que soy muy esclava de la moda.
Lo que pasa es que mis amigas son unas envidiosas y tienen muy poca cultura. Porque si escucharan a nuestro profesor de Reiki sabrían que el tiempo y el espacio no existen, que sólo existe el Aquí y el Ahora. Amor, amor. ¿No véis que sólo somos simples canales de energía que conectamos la tierra con el universo? Pues mira, yo, en lugar de conectarlos en vertical, los conecté en horizontal y me fui de San Petersburgo a Zaragoza así, en un plis plas. Más rápido que con Ryanair. Y más barato. Y encima no tuve que aguantar el “tararí tarí” del final del vuelo. Que me pone mala, qué vulgaridad, Señor.
Total, que así, por un bucle espacio-temporal pasé de vivir como una reina en San Petersburgo a vivir como vivo en Zaragoza. A ver, que no vivo mal. Que no me puedo quejar. Tuve que dejar mis joyas y mis perros en palacio, porque no podía correr deprisa con tanto peso. Pero por lo demás, chico, Zaragoza es un buen sitio para vivir. Tiene su río, sus bares de tapas, su virgencica del Pilar… En fin, que aquí estoy.
Ahora me dedico a ser Personal Coach. ¿Qué cómo acabe trabajando en esto? En realidad, si lo piensas, ser Zarina no es tan diferente de ser Coach. Cuando era Zarina vivía de puta madre sin hacer nada en concreto. Y ahora, pues lo mismo. ¿Para qué sirve una Zarina? Para nada. ¿Y un Coach, para qué sirve un Coach? Para nada ¿qué aporta al universo ser Coach? Nada. Es más, no tengo ni idea de cómo se dice Coach. ¿Couch? ¿Cauch? Y en plural, ¿Couches? ¿Caucheses? … ¿Para qué sirve que haya más de un Coach en el mundo? Para nada. Podría seguir el curso de la historia perfectamente sin Coachs, y no pasaría nada, como no pasó nada cuando dejó de haber Zarinas.
….
Joder, qué agobio me está entrando. Me están entrando unas ganas de echarme a correr otra vez…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...