AURORA, LA LLUVIA, Y ESA COSA QUE NO SE ME QUITA
como amaneció lloviendo
y el cielo está nublado y gris
y los días lluviosos ponen melancólicos a los poetas
y la melancolía los lleva sumirse en el doloroso recuerdo
de sus fracasados amores y perdidos días de esplendor y gloria
y si bien quizás yo no sea un poeta que te cagas
y mis poemas sufran de sintaxis inadecuada y padezcan de artritis
con todo tengo la disposición anímica de los poetas
dos o tres amores que no levantaron cabeza, y si llueve
y el cielo está gris y las cosas a últimas fechas no me han ido bien
puedo perfectamente llegar a sentirme tan
melancólico y abatido como uno de ellos, por ejemplo
puedo llegar a sentirme como me siento ahora
que llueve y en la ventana empañada se vislumbra
un horizonte plomizo y en mi cabeza ronda como siempre
la certeza de haber malgastado mi vida acometiendo
estúpidos afanes que no me llevaron a nada, amores
que se hundieron al primer vendaval, y el cielo
tiene ese tono tan sombrío y yo estoy solo y no hay
en toda la tierra nada que pueda quitarme la tristeza
que me invade las mañanas mojadas y las tardes de sol
y las noches azules y las madrugadas borracho cuando me pongo a pensar
otra vez en aurora y cómo se engaña uno siempre
creyendo que una mujer lo quiere
Bonito poema.
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