JOSE VILLA, probablemente, poeta.

La probabilidad de ganar el mundial.


cada día que pasa siento más hueva
de ponerme a escribir los truculentos poemas que suelo escribir
para qué, me digo, no tiene ningún puto caso
y en lugar de coger la libreta y una pluma
prendo la tele y me echo en el sillón
y pierdo el tiempo de la manera más estúpida posible
viendo y escuchando los reportes actualizados cada hora
acerca de las actividades de las distintas selecciones mundialistas
en los días previos al arranque del campeonato de futbol en brasil;
así me he enterado que ribery de francia
se lesionó en un partido amistoso contra armenia
que suárez de uruguay se rompió la nariz
que la selección de tombuctú -integrada por futbolistas gays-
anunció que se dejará meter gol cada 5 minutos
que el presidente de la federación de futbol de malasia
rentó una suite en el copacabana marriot y lleva dos semanas
encerrado en ella acompañado por media docena de putas
también sé que la probabilidad de que méxico gane el mundial
es de .0001 por ciento -es más fácil que caiga nieve en río de janeiro-
y que si apuestas mil dólares a que lo gana
la casa de apuestas te regala una consulta con el psicólogo
le estuve dando vueltas a la cuestión durante un rato
y de pronto pensé ¿cuál será la puta probabilidad
de que mi vida -como todo parece indicar-
no vaya a terminar siendo una completa mierda?
¿y la probabilidad de que antes de terminar el año
encuentre una chica guapa y simpática que quiera
meterse a la cama conmigo y dejarse coger sin dinero de por medio?
¿y la probabilidad de que consiga encontrar trabajo?
¿y la de no recaer en el puto alcohol?
de pronto pensé que tombuctú tiene más probabilidades
de ganar el mundial que yo de arreglar mi puta vida
pensé también que hablar de probabilidades
es una curiosa manera de hacerse pendejo uno mismo
decirse "tengo una mínima probabilidad de salir del agujero"
es como dar un rodeo para no decirse "por mucho que lo intente
no voy a quitarme de jodido y fracasado"
pero nos duele enfrentarnos a la realidad
nos duele mirarnos al espejo y contemplar
las ruinas que hemos terminado siendo
-y la imposibilidad de revertir la marcha del proceso de decadencia-
nos duele y recurrimos a la magia encubridora
que el concepto de "probabilidad" pone a nuestra disposición
nos decimos, por ejemplo, "hay una probabilidad mayor que cero
de que en algún puto rincón de este mundo exista
una chica guapa y simpática que se mojaría sólo de pensar en coger conmigo"
y de inmediato nos sentimos menos decrépitos y jodidos;
y es que en el fabuloso reino de las probabilidades
tiene cabida cualquier eventualidad que se nos ocurra
así, méxico podría ganar el mundial
costa rica podría igualmente ganar el mundial
podría suceder incluso que aun perdiendo todos sus partidos por goleada
tombuctú llegase a ganar el mundial;
en el reino de las probabilidades no tiene por qué ser una fantasía
la existencia de una hermosa y sensual mujer que si nos viera
empezaría a mojarse como una puerca sólo de pensar en cogernos;
en realidad resulta estadísticamente imposible
que lo probable no llegue en efecto a ocurrir aunque sea
una vez cada mil millones de años en algún rincón del universo
y si tiene que ocurrir, digamos,
que un tipo gane un millón apostándole al equipo más jodido en el mundial
y ese tipo fuera yo y el equipo fuera méxico y el mundial fuera brasil 14
y yo ganara por lo tanto el millón y saliera luego en el periódico
te apuesto, cabrón
te apuesto los huevos a que no tendría que pasar ni siquiera media hora
antes de que a la puerta de mi apestoso cuchitril se formara una fila
de nenas tetonas y culonas que de pronto se habrían percatado
-todas al mismo tiempo, curiosamente, en masa-
de que no podían aguantar ya estarse un minuto mas 
sin meterse en mi cama para echar una buena culeada

y te apuesto además el culo a que yo sería tan pendejo
de tragarme entero ese jodido cuento