el viejo tenía un chevy del 60

que compró en un basurero
y cáncer en la garganta en fase uno
el motor no arrancaba
había un problema con las válvulas o algo por el estilo
lo guardaba en un cobertizo en la parte de atrás del patio
se levantaba a mediodía y tomaba las pastillas
-le habían dicho que tenía 99 % de probabilidades de éxito-
y pasaba el resto del día metido debajo del puto carro
fumando y blasfemando y tratando de ajustarle al motor
piezas que nunca encajaban
tornillos equivocados
cables que no eran
se fumaba 3 cajetillas diarias
al atardecer salía del cobertizo con la cara amarilla
se daba un baño y se servía un trago
se tomaba las pastillas de la noche bajándolas con whisky
su mujer le servía la cena 
"¿ya terminaste de arreglar tu puto carro?"
el viejo no respondía
comía en silencio y seguía con los tragos
ella recogía los platos
luego se sentaba en el sillón y leía la biblia
tenía 20 años menos que el viejo
su cuerpo aún no se ajaba del todo
algunas noches mientras el viejo roncaba a su lado
ella se masturbaba durante horas
leer la biblia no le servía de nada
el puto borracho no le servía de nada
como si en lugar de la garganta tuviera cáncer en el pito
lo único que le importaba era el puto carro
tenía esa obsesión atravesada en los huevos
arreglar el puto carro y echarlo a andar
como otros se obsesionan por quedarse calvos
o porque la verga ya no se les para
el cabrón estaba obsesionado por un jodido montón de chatarra
en la biblia decía "no desearás a tu vecino
ni al jardinero, ni al repartidor de gas"
pero ella se ahogaba por una verga
a veces se ponía la falda más corta y zapatos de tacón
y se pasaba por el cobertizo con cualquier pretexto
"a lo mejor el pendejo me clava arriba del puto carro"
pero el viejo ni siquiera se asomaba a verla
luego el cáncer le brincó al esófago
el temblor en sus manos se agravó
le recetaron el doble de pastillas
-sus probabilidades eran ahora de 10%-
de todos modos siguió con el carro
pasaba todo el día metido allí debajo
fumaba lo mismo que antes
un buen día se murió y lo enterraron
su mujer puso un anuncio al frente de la casa
"se vende chevy del 60 en magníficas condiciones"
el anuncio sigue allí desde hace más de un año
cada dos o tres días alguien va y pregunta por el carro
la mujer lo lleva al cobertizo y se lo enseña
la carrocería cada día está más oxidada
las ventanillas no suben ni bajan
la suspensión rechina como gatos celebrando una orgía diabólica

el motor se está cayendo a pedazos

pero el asiento de atrás es amplio como una cama