domingo, 27 de octubre de 2013

NEORRABIOSO

domingo, 27 de octubre de 2013

DECÁLOGOS / MANIFIESTOS (38): Sobre una poesía sin pureza, de PABLO NERUDA


Es muy conveniente, en ciertas horas del día o de la noche, observar profundamente los objetos en descanso: las ruedas que han recorrido largas, polvorientas distancias, soportando grandes cargas vegetales o minerales, los sacos de las carbonerías, los barriles, las cestas, los mangos y asas de los instrumentos del carpintero. De ello se desprende el contacto del hombre y de la tierra como una lección para el torturado poeta lírico. Las superficies usadas, el gasto que las manos han infligido a las cosas, la atmósfera a menudo trágica y siempre patética de estos objetos, infunde una especie de atracción no despreciable hacia la realidad del mundo.

La confusa impureza de los seres humanos se percibe en ellos, la agrupación, uso y desuso de los materiales, las huellas del pie y los dedos, la constancia de una atmósfera inundando las cosas desde lo interno y lo externo.

Así sea la poesía que buscamos, gastada como por un ácido por los deberes de la mano, penetrada por el sudor y el humo, oliente a orina y a azucena, salpicada por las diversas profesiones que se ejercen dentro y fuera de la ley.

Una poesía impura como un traje, como un cuerpo, con manchas de nutrición, y actitudes vergonzosas, con arrugas, observaciones, sueños, vigilia, profecías, declaraciones de amor y de odio, bestias, sacudidas, idilios, creencias políticas, negaciones, dudas, afirmaciones, impuestos.

La sagrada ley del madrigal y los decretos del tacto, olfato, gusto, vista, oído, el deseo de justicia, el deseo sexual, el ruido del océano, sin excluir deliberadamente nada, sin aceptar deliberadamente nada, la entrada en la profundidad de las cosas en un acto de arrebatado amor, y el producto poesía manchado de palomas digitales, con huellas de dientes y hielo, roído tal vez levemente por el sudor y el uso. Hasta alcanzar esa dulce superficie del instrumento tocado sin descanso, esa suavidad durísima de la madera manejada, del orgulloso hierro. La flor, el trigo, el agua tienen también esa consistencia especial, ese recuerdo de un magnífico tacto.

Y no olvidemos nunca la melancolía, el gastado sentimentalismo, perfectos frutos impuros de maravillosa calidad olvidada, dejados atrás por el frenético libresco: la luz de la luna, el cisne en el anochecer, «corazón mío» son sin duda lo poético elemental e imprescindible. Quien huye del mal gusto cae en el hielo.


PABLO NERUDA, Caballo verde para la poesía (1 octubre de 1935). Tomado de Juan Manuel Rozas, La generación del 27 desde dentro (Textos y documentos) (1974), 2ª ed. aum., Madrid: Istmo, 1987, pp. 250-251. Extraído de la página web de la Universidade da Coruña (AQUÍ)
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TROYA LITERARIA (588): José Hierro contra Nicanor Parra


Por otra parte, el poeta José Hierro (Madrid, 1922) fue también galardonado ayer con el Premio Ojo Crítico especial a toda una vida. El jurado -formado por Eduardo Arroyo, Antón García Abril, Joaquín Benito de Lucas, Gonzalo Suárez, Javier González Ferrari, María Jesús Chao y Paz Ramos- estimó que la escritura de Hierro resume las principales etapas de la poesía española del siglo XX. Hierro declaró a Europa Press sobre el premio a Nicanor Parra que admira su integridad pero que sus antipoemas le gustan 'muy poco'. 'Eso de hacer poesía que no parezca poética no lo entiendo', dijo Hierro.


EFE, Nicanor Parra obtiene el X Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, El País, 12 de junio de 2001. Toda la noticia AQUÍ

POEMAS RAROS (57): Frida Kahlo, de SALVADOR NOVO


Cuando los pinceles vuelven a ser pinzas las posibilidades del vientre
Vulcano lleno de gasolina con un aneurisma en potencia
seres como Ceres o Ícaro con paracaídas en el Hospital Morelos
la organización roja, de los glóbulos con el mapa de las terminales
puntos de partida y partido partidos a todas las partes parciales
correspondencia aérea tejida con una sola mano de cinco agujas
en el piso en el quinto piso en el canto paso en el conto peso
en el hondo pozo en el ando buzo en el indo beso
hasta que no salga de la tierra la escuela anatómica
de otro cadáver anciano hasta las mariposas de otro cadáver anciano
para volver a llevarse todas las ramas consigo
como un cohete como una granada como un vidrio estrellado
como una noticia como un telégrafo como la sangre
por las venas rojas y azules como los semáforos regularizados
como los sistemas de riego de riesgo de rasgo de raso de rizo
de Diego de ciego de llego de pego de niego
el color de la tierra entre algodones al pie de la cama
la langosta con el pensamiento en los cangrejos
vigilada por la policía que violó el reglamento
desde su condecoración de la Legión de Honor y los siete puñales
y la cabeza parlante instaló su teléfono su televisión
con ínfulas y tirabuzones a larga distancia
instalación local hacia los azahares azarosos
e instalación oculta y clima artificial hacia la terminal
de suerte que uno puede con ayuda del microscopio
leer en las líneas de la mano las constelaciones
de suerte que uno puede con ayuda del telescopio
observar cómo los colorantes revelan la existencia de las hormonas
asistir a una música estática elástica y sintonizarse
con la utilería del mundo llena de los trajes desechados de Wanamaker’s
Wanamaker’s y Child’s han sido allí objeto de un monumento
y del puente colgante más grande del mundo
el camisón de la tehuana puesto a secar ha miado todo el Hudson
por donde los barcos de papel higiénico salen de vacaciones
con saludos de Christmas para Pompeya y sus productos
cuando la millonaria ha hecho que le bajen todo el almacén
y ha examinado las compañías de seguros contra la seguridad
los salones de belleza los discos de Ruddy Vallee
los cereales llenos de vitaminas las espinacas llenas de tiempo
la complicación de los subterráneos previstos en los teléfonos
en las venas en el vidrio estrellado en el vidrio ahumado del eclipse
observado con un microscopio desde el Empire State Building
cuyo último piso también se hizo bajar la millonaria para sus sobrinos.


SALVADOR NOVO, Contemporáneos. Obra poética. DVD poesía, Barcelona, 2001, págs. 455 y 456
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Una reflexión de JULIO CORTÁZAR

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Si por poeta entendemos funcionalmente al que escribe poemas, la razón de que los escriba (no se discute la calidad) nace de que su extrañamiento como persona suscita siempre un mecanismo de challenge and response; así cada vez que el poeta es sensible a su lateralidad, a su situación extrínseca en una realidad aparentemente intrínseca, reacciona poéticamente (casi diría profesionalmente, sobre todo a partir de su madurez técnica); dicho de otra manera, escribe poemas que son como petrificaciones de ese extrañamiento, lo que el poeta ve o siente en lugar de, o al lado de, o por debajo de, o en contra de, remitiendo este de a lo que los demás ven tal como creen que es, sin desplazamiento ni crítica interna. Dudo de que exista un solo gran poema que no haya nacido de esa extrañeza o que no la traduzca; más aún, que no la active y la potencie al sospechar que es precisamente la zona intersticial por donde cabe acceder


JULIO CORTÁZAR, Poesía y poética, Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, Barcelona, 2005, págs. 16 y 17
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