sarco lange

la ternura y el agravio

lo que se lleva ahora
es sufrir

bien alto

casi a chorro

lo que se lleva ahora
es pararse en la cornisa del deseo
y mirar hacia abajo, el vértigo en las piernas
ver cómo los desprejuiciados amantes
se deshojan los cuerpos
sin importarles absolutamente nada

se lleva escribir poemas
y dejar la vida en ellos

y por siempre
acostumbrarnos
a perder

a musitar palabras
al viento
y denostar la caricia
arriba de un orgasmo invadido de gaviotas

(la inocencia de un pacto hecho pedazos
se embaraza en la ternura) (ámalo)

se lleva esperar la navidad
para sufrir en el pesebre maldito de los abrazos
escapar de la arquitectura
que te moldeó el cuerpo
una tarde que fue eso: tarde, mi amor

me resbalo en tu cabello hecho de algas
como un cachorro 
empapado de tantas esquinas

y se me desangra
la espalda

como ese mediodía
en el manicomio de Santiago
donde te dibujé una palmera en la tierra
y tú me pusiste a volar

(tu fuerza de voluntad
es mi dolor agradecido)

lo que se lleva ahora
es contar gota a gota
lo que nos mortifica el alma
lo que siendo viejo
se muere de tan joven
¿recuerdas cuando amamantaste al hijo del futuro?
ese hijo se secó las lágrimas
y se fue a vivir al bosque
creció
se hizo árbol
se hizo rama
se hizo viento
amor, se hizo mierda

lo que se lleva ahora
es mirar tus fotografías
hablarles
verlas llover

también se lleva
tener un rostro lleno de pirañas
y rascarse el culo
hasta ponerse a sangrar

se lleva salir a bailar por las noches
al salón infernal de nuestras carencias
se lleva pensar en el amor
en la musa, en su sueño, en su insomnio, en su reino
en el magma prudente de un te amo y su hemorragia
y pactar una tragedia repleta de soles
donde cobijarla y esconderla
pese al rumor casual de una noche precipicio

lo que se lleva ahora
es lavarse los dientes
con espuma de caballos

despojar la nueva poesía
abrirle sus piernecitas blancas
mirarle su coñito húmedo de palabras
y escupirla, denigrarla
no como Arthur, no
sino como un hombre tatuado por el hambre

se lleva decirte mujer certeza
y de inmediato ponerse a llorar
porque los hombres lloran
sentados

los hombres lloran
lloran mucho
sin lágrimas
lloran despacio

no hay poetas en el mundo
no hay varones en el mundo
no hay mujeres en el mundo
no hay amor en este mundo
no hay caricias en este puto mundo
eres mi euforia

¿sabes por qué me rompo tanto la vida mi amor?
porque mi memoria es una daga
que me tajea los brazos
cuando los levanto para empezarme a morir

por eso te digo
que lo que se lleva ahora
es terminar con todo
y quedarse quieto en la carretera
viendo con locura los camiones volar

se lleva
ser notificados
por la hambruna del invierno
hacernos vicio
soledad

cada uno es un recuerdo malherido
atragantado en su propio y bestial hervor
fuimos el ancestro de unos dioses malditos
que se escarbaron en la tierra
dejándose escapar

o en la solapa travestida
de un orgasmo de guitarras

sufrir, pasarlo mal
podrirse, volvernos infelices

porque nos jodimos en el miedo

te idealicé 
mientras el perdón
le cosía la hombría
a un tumulto de explosiones

me la suda hablar de Conchita
y de mi viejo enfermo
me la suda pajearme con las golondrinas
me la suda tomar café por las mañanas
pensando siempre lo mismo
que la vida es una comadreja hedionda
llena de herpes, de secuelas, desobediente
llena de vacíos

y que hace años
que vamos por el mundo tragándonos las manos
que podremos ahorrar dinero
y cerrar comentarios en los blogs
pero vendimos la cesantía en la ternura
y nos hicimos fuertes
gigantescos
poderosos como un tumor de terciopelo
nos confundieron con misiles de temporales
nos adivinaron el fragor de nuestros impulsos
y se nos secó la boca

nos acomodamos
en el caudal precioso de las humedades

te metiste tan dentro de mí
que ahora ya no me reconozco

intento vaciarme cada día frente a tus baúles
y sólo siento gritos
que te especulan entre la muerte y la derrota

lo que se lleva ahora
es plantarle cara al olvido
y volver a vestirse
en la insolencia póstuma
de un delirio abandonado

(tu dignidad
vale más que mi recuerdo)

he leído poco la palabra pulverizar
son pocos los poemas que traen la palabra pulverizar
amor, nos pulverizamos

pero no nos agredimos
quizás se nos cayó la noche entre los brazos
quizás esa nieve que ensombrecía las montañas
se nos metió en la garganta tan fuerte
que no supimos, o no supe
cómo transpirar un cuchillo sin ser un parco homicida
cómo supurar el sonido de la escarcha
dibujando tu pelo
a medida que me devoraba el azar
porque la codicia de una noche violenta
está hecha de pétalos y de poluciones
de arquitectos del deseo
tallándole el olvido
a la plebe demente de nuestras pieles encumbradas
calientes, primitivas
inocencia brutal de dos muertes paralelas

o el bautismo
de una soga
amarizando 
en nuestra hermosa trinidad

por eso te digo
lo que se lleva ahora
es la droga
el insulto del granizo entre los ojos
el alcoholismo profano escuchándote cantar
el misterio de sabernos árboles
árboles talados
árboles negros
árboles maravillosos
árboles sin árboles
árboles quemados
árboles que se creen árboles
y que sólo son árboles
que se eternizaron en el bosque
y se pusieron a volver

también se lleva
el silencio

la ropa tendida
que nos reconoció de tantos jueves

la pluma divina
enraizada en tu mano de niebla
absoluta

o la dinastía enamorada
de un tren que se descarriló 
sin mar