sarco lange

tiene ojos de loca, hagamos como si no estuviera

me enterré para sentir la tierra en mi garganta

 

Sandra Garrido

la encontraron muerta a la Sarca
debajo de un pino
en pleno barrio marginal

la vieron pintarrajeada de rojo putón
en el prejuicio amurallado del invierno

vestía vaqueros azules
y una camiseta blanca de mujer
con el hombro al descubierto
se veía bien
pese a los labios

traía adentro del útero
un amuleto recogido en el mar
y en sus ovarios
se leía claramente en letras de neón
no quiero escribir
nunca más un puto poema
prefiero morirme de distancia
y saber que seré enterrada
en el cajón de abajo
de tu misteriosa cajonera

traigo mezcal por sangre
cuando me siento mal de hombre

y ya no tengo manos 
para dibujarte un rostro de miel
sobre la colmena feroz 
que hay en tu nombre inacabado

cobraría un polvo
con los ojos cerrados de tu noche
para que hubieses abierto en canal
el confín perverso de mi boca maltratada

que escribía poemas de amor
pues sí, lo hacía
lo hago y lo seguiré haciendo
que me dolía el recuerdo
la magia y la belleza
pues sí, me dolía
me duele y me seguirá doliendo
pero no me digas nunca más que soy dramática
por favor
tengo una cojera fea entre los ojos
y una encía que vomita caballos
cuando quiero morderme de tan azul el juramento

la vieron cubierta de pasto
fumada la pupila
en el ciclo menstrual
de un verso femenino

(tiene ojos de loca
hagamos como si no estuviera)

que parece gritó algo antes de desplomarse
que paseó por los países
como sólo puede hacerlo un infarto
en el pecho asustado
de un anciano antes de cerrar su vida

tenía la cama en el basural
y le tocó el hombro a los basureros
les perdió el respeto en la salud
y en la enfermedad
nadie se opuso dentro de la iglesia
ni el cura se opuso
aun sabiendo que detrás de la gente
estaba David levantando el dedo
pues sabía que algo no marchaba bien
que en el basural había cambiado su forma de morir

que la conociste joven, casi ingenua y virginal
que pagaba los cigarros con papeles enmierdados
que le lamió el vómito a la musa
aunque ya no vomite, aunque en el horizonte de sus ojos
se ponga el sol 
como una moneda de oro
a punto de convertirse en privilegio

y nadie la vio
porque no quería que la viesen así
tenía un gesto extraño en la mirada
como cuando un niño se mira el sexo
se lo toca
siente algo
y se pone a llorar
por el futuro

Dream On
The Eraser...