uno norte
un poema de amor
es un leopardo enfermo
que agoniza en medio del fuego
es una locura
sólo conocida
por los que saben perder
y también
es un mar
y cartas
un poema de amor
está y estará siempre maldito
hambriento
reprimido
en la caricia que invade la paz
el saber que después del triunfo
hay también una derrota
dulce
satánica
la más narcótica de las revoluciones
y al final
las mariposas
y los cuervos
calaveras con alas
que dibujan tu humedad
inventando el trino marcial
que gobierna la pausa
mientras me muero de frío
un poema de amor
es discutir a gritos
en la asamblea popular de dos orgasmos
que se coordinan generosos
para nunca más desaparecer
(te absorbo
tragada, amor tragada
me atoro en tu vello
pensada en Dios)
déjame escribirte un poema de amor
que no tenga la palabra amor
sólo tu nombre
y el mío
y el de nuestros padres
escribírtelo mientras la muerte
poemarlo en la raíz desnuda de la distancia
en el asomo feroz
de nuestros sexos
que rugen en cada puesta de sol
como si la humanidad
fuera algo bello
y pasajero
pero los trenes
y te busco, en el poema
preguntando por tus sueños
a los ancianos
que piden pan afuera de los bancos
y cuando te nombran
lo hacen mostrándome banderas
y yo río como un loco
porque sé
que finalmente es tu verbo
el que inventó la poesía
amor
acuéstate arriba de mi tragedia
y calla
maldita mujer
calla
pero si te callas
yo me muero
así de simple
yo me muero
y después de muerto
te haré otro poema de amor
pero esta vez
en tu cama
(dame música, árboles y bosques, dame un anillo sin fin que se sumerja en la gravedad de lo que no se puede, dame trece puñaladas, una en cada ojo, y si te sobran fuerzas por favor cierra mis piernas que son como dos túneles esperando a gritos ponerse a llover)
es un leopardo enfermo
que agoniza en medio del fuego
es una locura
sólo conocida
por los que saben perder
y también
es un mar
y cartas
un poema de amor
está y estará siempre maldito
hambriento
reprimido
en la caricia que invade la paz
el saber que después del triunfo
hay también una derrota
dulce
satánica
la más narcótica de las revoluciones
y al final
las mariposas
y los cuervos
calaveras con alas
que dibujan tu humedad
inventando el trino marcial
que gobierna la pausa
mientras me muero de frío
un poema de amor
es discutir a gritos
en la asamblea popular de dos orgasmos
que se coordinan generosos
para nunca más desaparecer
(te absorbo
tragada, amor tragada
me atoro en tu vello
pensada en Dios)
déjame escribirte un poema de amor
que no tenga la palabra amor
sólo tu nombre
y el mío
y el de nuestros padres
escribírtelo mientras la muerte
poemarlo en la raíz desnuda de la distancia
en el asomo feroz
de nuestros sexos
que rugen en cada puesta de sol
como si la humanidad
fuera algo bello
y pasajero
pero los trenes
y te busco, en el poema
preguntando por tus sueños
a los ancianos
que piden pan afuera de los bancos
y cuando te nombran
lo hacen mostrándome banderas
y yo río como un loco
porque sé
que finalmente es tu verbo
el que inventó la poesía
amor
acuéstate arriba de mi tragedia
y calla
maldita mujer
calla
pero si te callas
yo me muero
así de simple
yo me muero
y después de muerto
te haré otro poema de amor
pero esta vez
en tu cama
(dame música, árboles y bosques, dame un anillo sin fin que se sumerja en la gravedad de lo que no se puede, dame trece puñaladas, una en cada ojo, y si te sobran fuerzas por favor cierra mis piernas que son como dos túneles esperando a gritos ponerse a llover)
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