viernes, 7 de junio de 2013

MONTOYA. ESCRITOR.

jueves, 6 de junio de 2013

El Club de Bob Lazar (Capítulo 4)

Me desperté sobre las 8 de la mañana cuando la señora de la limpieza barría el pasillo del motel, golpeaba ruidosamente con el cepillo mi puerta, estaba vestido, me dormí con la ropa puesta del cansancio que arrastraba, cuando me estaba lavando la cara, Kate ya estaba llamando a mi puerta tan atacada como de costumbre. 

-Venga tenemos que devolver el coche en las Vegas y el vuelo a Washington sale a las 14h, ya sabes lo que nos entretienen los de seguridad.

Mira que me jodían los controles, vivimos en un país donde cualquiera se puede comprar un rifle de asalto, pero eso sí, no lleves champú en el bolso de mano o seras acusado de terrorismo.

-Kate es que nunca me vas a dejar beber café antes de empezar a organizarme,  joder soy un hombre con pocos rituales, pero beber café al despertar es algo sagrado para mí.

(Ella sonrió y empezó a doblarme la ropa y meterla en la maleta, la verdad hoy estaba muy guapa)

-Venga anda, que te hago más falta yo que el café, mira que desastre de habitación y no has pasado aquí ni 3 días, no me quiero imaginar como estará tu piso en Denver.

La verdad es que desde que estaba sin trabajo, ya no planchaba la ropa, aunque era limpio, había dejado un poco en segundo plano el resto de tareas,  me gustaba mantener la higiene y la limpieza pero empleaba la mayoría del tiempo en actividades que me interesasen o emocionasen realmente. 

Recogimos todo dejamos las llaves en la recepción, y la típica mujer teñida de rubio que cumplía con todos los estereotipos de la "white trash" tan típica del sur de nuestro país nos la recogió mientras mascaba chicle y hablaba a voces con sus hijas, no soporto sus malas formas, nos dijo que ya habían recibido la transferencia de las 3 noches que allí habíamos pasado. Kate se despidió cortésmente de ella, yo ni lo hice, no soporto a esa gente. 

Me bebí 2 cafés malísimos de la máquina ruinosa que había al lado de la recepción y nos metimos en el coche, tuve que conducir yo,  había intentando enseñar a Kate a conducir con marchas,  pero ella dice que solo sabe manejar automáticos,  como a mi no me importa conducir, me pareció bien,  era un Ford Scorpio de mediados de los 90, Kate decía que solo sabe manejar su Chrisler sebring automático. 

Cogimos la 93 en dirección Las Vegas rumbo al Aeropuerto Internacional McCarran, dejamos el coche en las plazas reservadas para la empresa de alquiler y cuando dejamos las llaves el tipo del Rentacar nos dijo que ya estaba todo pagado. Joder era impresionante los medios y la organización de Bob.

Teníamos los billetes que nos entregó la noche anterior con nuestros nombres, embarcamos las maletas, y me di cuenta que Bob ya tenía comprados los billetes a nuestros nombres días antes de la reunión,  es increíble como había previsto que aceptaríamos sin ninguna traba.

Subimos al avión, volaríamos hasta el Aeropuerto Internacional Washington-Dulles allí nos recogería el contacto de Bob, Leonard Brooks, un topo en la CIA al servicio de nuestra organización.

Kate y yo, ya éramos como un matrimonio, no había sexo pero eso sí mucha confianza y cotidianidad, era extraño,  porque llevaba sin tener pareja varios años ya,  y estar con Kate me hacía sentir muy bien,  la verdad es que cada vez la deseaba más, pero como sabía que íbamos a pasar mucho tiempo juntos, no intenté nada, pero yo también sabía que yo le gustaba un poquito. 

En el avión Kate me dijo que se le había olvidado llamar a su madre,  que en cuanto aterrizáramos la llamaría, llevábamos 3 días fuera de nuestras casas y parecía que íbamos a estar bastantes más, Kate le había contado a su madre que le habían encargado una investigación periodística y que le llevaría quizá varias semanas.  Mi madre murió hace varios años y con mi padre y hermana no tenía contacto desde su muerte,  así que solo avisé a mi vecina que estaría varios días fuera, no creo que ella esté muy preocupada,  y en cuanto a mis amigos, los veo muy poco soy más bien de contactar y charlar a través de Internet.


Al salir por la puerta de embarque nos abordó un tipo de casi 2 metros de alto y bastante fuerte con cara de tipo duro, se ve que nos habría visto en fotos, porque nos dijo directamente de una forma seca y brusca: 

-Venid conmigo, no hay tiempo que perder.

Le cogió a Kate la maleta  y nos llevo hasta su coche, un tremendo Hummer  símbolo de la masculinidad y el republicanismo gringo...

Caminando hacia al coche pasamos por una escultura un poco rara, y el tipo soltó:

-Joder,  otro símbolo masónico, están por todos lados estos cerdos. 

Una vez en el coche ya empezó a hablar más hasta casi sonrió una vez,  no me gustaba la forma en que Kate le miraba. No me gustan estos paletos que se creen lo mejor de América,  lo mejor de América es Allen Ginsberg y Bob Dylan no este Chuck Norris. 

El tipo comenzó a quejarse del estado de la carretera que nos dirigía McLean ,  donde él vivía,  dice que está harto de pagar impuestos y andar por carreteras de mierda  cuando se sabe que hay más de 900 billones de dólares propiedad de las 4 familias que dominan el cotarro,  en paraísos fiscales que no tributan...  

El tipo empezó a caerme mejor,  también era amigo de la conspiración,  es obvio, me alegra ver que los extremos se pueden tocar,  este tipo era ultrarrepublicano pero también era consciente que vivíamos en una gran mentira.


Llegamos a la típica casa de un barrio acomodado,  hasta con la banderita en la entrada,  dejó su enorme coche en la puerta y las maletas en el recibidor y nos dijo que le acompañáramos al sótano,  (cuánta actividad hay en los sótanos para gente conspiranoica como nosotros)  

El tío tenía un auténtico arsenal ahí abajo,  nos empezó a contar que el creía que era el propio garante de su libertad y que en cualquier momento puede declararse una guerra, pero una guerra del gobierno contra nosotros y hay que estar preparado,   el tipo era un prepper,   y por todas las fotos que había en su sótano, parecía alguna especie de comandante de estas milicias o brigadas. 

Su casa estaba preparada (de ahí el mote de los suyos) para ser autónoma durante varios años, latas de comida, un sistema de aguas fecales que transforma los desechos en gas metano con el que calentarse, semilleros, agua destilada embotellada, armas, sistemas de radio y todo lo que un buen prepper debe tener. 


Nos contaba  que tenía contactos con preppers de todo EEUU y Canadá  y que algunos conocían la organización de Bob y estarían dispuestos a levantarse en armas para apoyarle. Recordemos que el plan de Bob es destapar todo esto,  para que el 90% de la población completamente absorbida por el sistema  se de cuenta de lo que hacen con nosotros y derrocar a esa oligarquía que lleva gobernando en la sombra más de 200 años.


Leonard nos contó que el había estado en el Golfo y que vio como un montón de amigos suyos se suicidaron, no eran capaces de soportar lo que estaban obligados a hacer,  tenían que arrasar población civil.  También nos contó que su padre fue veterano de la guerra mundial, era de las fuerzas aéreas responsable de Nagasaki, contaba que fue obligado a montarse en el avión porque los comandantes les decían que si se negaban a ejecutar las órdenes, serían juzgados como criminales y ajusticiados en el portaaviones cerca de Pearl Harbour,  justo acababa de casarse con su madre. 


El gobierno de EEUU nunca ha tenido nada que envidiar a los grandes genocidas,  lo de las bombas atómicas fue una masacre brutal y si no hubieran firmado la Convención de Ginebra,  en el Golfo, Vietanm y Corea  también lo hubieran hecho.


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