miércoles, 20 de febrero de 2013

Getulio Roncesvalles, poeta romántico y sentimental, y CATÓLICOOOoooo





el peor de los pecados


a mí, que soy católico y creo en dios
me gusta irme de putas con mi amigo felipe

felipe bebe cerveza como una esponja
yo bebo cerveza como una esponja

no es raro que de vez en cuando nos demos cita
en alguna ramada frente al mar a media tarde
con el noble propósito de practicar nuestro alcoholismo

ya lo dice la puta biblia:

"aquel que tuviere un talento
ocúpese de perfeccionarlo sin tregua"

¡y la palabra de la biblia es sagrada, cabrones!

mientras vamos lentamente embriagándonos
felipe y yo nos entretenemos jugando cartas

el que pierde, paga las putas

al anochecer nos vamos caminando por la playa
rumbo a las afueras del puerto, donde están
nuestros dos burdeles preferidos

uno es el MARACAIBO, donde las muchachas
beben y bailan contigo a cambio de una cerveza

el otro es el COPACABANA, donde los putos
te la maman y al final te invitan una cerveza

normalmente nos metemos al primero

siempre la pasamos bien allí

bebemos acompañados por hermosas chicas
que fornican alegremente con cualquiera que les de 50 pesos

-simpáticas chicas de brillantes minifaldas con espejuelos-

uno les toca los pechos y no dicen nada
uno les mete un dedo en el coño y ellas sonríen amablemente

en verdad son buenas tipas

me casaría con cualquiera de ellas si no me gustara tanto
despertarme solo por las mañanas
y escribir poesía con resaca

hasta mi querido amigo felipe
aunque técnicamente se encuentre ya inhabilitado
para el matrimonio en virtud de sus votos sacerdotales,
se casaría sin pensárselo dos veces con alguna de esas ficheras

pero como la santa madre iglesia no permite
que sus hijos desposen mujer alguna,
y siendo él un tipo que acata las normas,
se consuela tirándose un polvo cada vez que las visita
y luego reza un padrenuestro y se arrepiente

cuando lo veo regresar del fondo del burdel
con esa expresión de serena languidez que trae consigo
vaciar los huevos dentro de una cálida vagina de mujer,
me hago pendejo y vuelvo la vista a cualquier otro lado

y a veces tengo la impresión de que dios esta sentado allí,
en alguna mesa entre el humo y las copas y las putas
y que será bajo su mirada vigilante
como felipe y yo podremos regresar a casa
ahogados hasta el culo de alcohol y sin más rasguños encima
que los ocasionados por las afiladas uñas de nuestras amiguitas

cuando se me bajan los efectos de la resaca
y el remordimiento y la culpa me atenazan el alma
-como no puede ser más natural que le ocurra a todo buen católico
después de correrse una juerga como las que yo me corro-
me aparezco por la casa de felipe
y me arrodillo en el confesionario:

"acúsome, padre, de ser un poeta putañero y borracho,
y de que mis poemas no tengan NADA que ver con la poesía..."

escuchar la voz de mi amigo siempre resulta reconfortante:

"en cuanto a lo primero, tus pecados te son perdonados
pero a condición de que la siguiente vez tú invites las putas,
en cuanto a lo segundo, mucho me temo, mi querido getulio...

¡que ni dándole el culo a satanás te libras del infierno!"


.

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