la verdad de la mentira
–¿Qué es eso del amor líquido, Linda?
–¿No te lo imaginas?
–No.
–Es que te meen encima cuando estás desnuda.
–¿Y ese chico intentó hacerte eso?
–No lo intentó. Lo hizo.
–Pobrecita, ¿cómo conseguiste escapar?
–No me escapé… Lo disfruté, mamá.
–¡Linda!
J. Sbarra (Plástico Cruel)
desconozco
el sentir de una mujer
mientras se está corriendo
pero sí sé
lo que siente un hombre
cuando cabalga enloquecido
por la cima de su solitario y egoísta frenesí
estás reposando en casa
y de pronto se te mete en la cabeza
la visión de una mujer que te reclama
o el pornorecuerdo
de una noche en que viste las estrellas
tu respiración
se agita imperceptiblemente
y ya no hay nada más importante
que empezar a navegar las aguas
de un mar que poco a poco
te comienza a devorar
sientes que tu sexo
comienza a despertar
a crecer en su tamaño
a engrosar sus venosas carreteras
a gritarte su locura de carne
y eso, la erección
es algo que jamás
podrán las mujeres
ni siquiera imaginar
(imaginen, mujeres
que cuando ustedes se exciten
les comienza a crecer el dedo índice:
es casi demoniaco)...
luego te la empiezas a menear
y tu mano es un nido
que cobija al águila de fuego de tus montañas desesperadas
tu mano es el volcán
que alberga una orgía de lava
que está esperando por explotar
tu mano es la flor caníbal
que apresa un tren
que se quiere derrumbar
hacia un abismo de chillidos
tu vientre
acusa recibo
del envión de sensaciones
que manejas en tus DOS cerebros
y sientes en tu pubis
lo mismo que debe sentir
la arena de una playa
cuando es pisada
por los pies inmisericordes de los turistas africanos
a esta altura
tu sexo ya ha cambiado de color
y tu mano ya se manda sola
lo haces cada vez más rápido
y ciento cincuenta y dos pequeños
pero torpes golpes de corriente
azotan tu vientre y tus genitales
y nada es más importante
que el delirio lechoso que viene ya en camino
la vigencia desesperada
de miles de gritos indígenas
que reclaman su eterna vocación de llanto
ya no sabes
si es de día o si es de noche
sólo sabes
que ya viene
que ya llega
y de pronto
ocurre
en fracciones de segundos
en fracciones de una vida solitaria y miserable
de improviso te empieza una salivación de otros escarnios
se te pone la boca ácida
y te tiemblan las mandíbulas
te castañetean los dientes
aprietas los ojos
y te pones a hacer muecas asquerosas
sientes que por tu cosa
viene corriendo enajenado
un batallón de infantería pervertido
pero en vez de soldados
son miles de abejas amarillas
pero, maldita sea, tampoco son abejas
son coños, culos, tetas, piernas y hombros de mujer
y entonces
se hace la luz
en medio de tu sombra
te transformas
en río
tu vida fluye
y se escapa de ti
te estás
corriendo
tu sexo es una herida
de la que mana inmisericorde
una hemorragia de semen
y tiemblas
y te aprietas el sexo
y te tocas los testículos
y viva la revolución
y viva la libertad
fin a la economía globalizada de mercado
fin a los abusos de los sacerdotes
muerte a la vida que se hace llamar la muerte
edición gratis a los poetas hermosos de los blogs
resurrección de los pánicos sagrados
comida gratis a los vagabundos
techo luminoso a los desposeídos
orgías fabulosas libres de sida
drogas duras sin riesgo de adicción
luego te subes la bragueta
tomas agua
te lavas las manos
y la cara
y la muerte
comienza
de nuevo
porque
nada
es
para
siempre
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