martes, 2 de octubre de 2012

NEORRABIOSO


martes, 2 de octubre de 2012

TROYA LITERARIA (526): Octavio Paz contra Quevedo/persona


Sigo leyendo y admirando al gran poeta y al gran retórico pero no siento ya la simpatía de antes por su figura. Los estudios de Raimundo Lida sobre sus manejos me hicieron ver los recovecos de un intrigante con frecuencia sin escrúpulos, un oportunista que cambió de bando varias veces, un escritor cuyos ataques y adulaciones estaban dictados por el interés. En sus escritos políticos su admirable retórica es humo para no dejar ver la realidad. Falla moral pero también intelectual: el conceptismo oculta a la realidad, siempre irregular, con la simetría de los conceptos. El Quevedo político y el Quevedo moralista me decepcionaron y esta decepción me limpió los ojos. Vi entonces el reverso de la medalla: su genio tétrico y verbalista, su crueldad, su carácter pendenciero y envidioso, su odio a las mujeres, su falta de naturalidad.


OCTAVIO PAZ, fragmento de Quevedo, Heráclito y algunos sonetos, incluido en Fundación y disidencia, recogido en Obras completas II, Galaxia Gutemberg/Círculo de lectores, Barcelona, 1999, pág. 803
.

ARCADIA LITERARIA (59): Octavio Paz a favor de Quevedo/poeta


ENRICO MARIO SANTÍ: Se une ahí la preocupación social y política, por una parte, y por la otra, el descubrimiento de una nueva filosofía. También, una nueva poesía y una nueva literatura. Así que ése es un momento clave de tu formación, justamente. ¿Cuántos años tenías entonces?
OCTAVIO PAZ: Tenía diecisiete, dieciocho, diecinueve. Bueno, eso fue la juventud, hasta los veintitantos años. Leí muchísimo. Pero, también, desde niño había leído a los clásicos españoles. El teatro de Calderón, de Lope de Vega y de Tirso. Y en esa época, leí mucho, por influencia de la generación del 27, a Góngora. Pero me deslicé hacia Quevedo, que me interesó mucho más.

EMS: "Nada me desengaña / el mundo me ha hechizado." Ése es el gran lema que repites constantemente en esa primera época.
OP: Hay un problema, y es éste. En esa etapa leí una serie de poemas, que, en realidad, forman un solo poema que le llaman ahora Heráclito Cristiano, a imitación de la de David. Pero en la versión que yo leí, que también fue corregida por Quevedo, se llama Lágrimas de un Penitente. Para mí fue una revelación. Claro, tú comparas ese poema con los grandes poemas de la época, con la Fábula de Polifemo y Galatea, pues, es mucho más perfecto el poema de Góngora, que es uno de los grandes poemas europeos del siglo XVII. No es la perfección, la belleza puramente o la hermosura en un poema, como regla general, lo que nos puede impresionar más. Hay otras cosas. Por ejemplo, en la poesía latina los versos no tienen la perfección de Horacio o de Virgilio, pero tienen alguna nota profundamente personal, profundamente moderna que nos toca más de cerca. Ezra Pound, sobre todo, nos da una versión más o menos de un poema que no es una traducción, sino una recreación, diríamos. A mí, en el caso de Quevedo, me ocurrió lo mismo. Toda mi vida he tenido un diálogo con Quevedo.

EMS: ¿Te sigue pareciendo que es el primer poeta moderno?
OP: Sí, creo que en Lágrimas de un Penitente, o Heráclito Cristiano, aparece esto que me parece esencial: la conciencia enamorada de sí misma. Ahora bien, esto que es un lugar común cristiano, en Quevedo tiene una exasperación que va a ser cada vez más neta, cada vez más clara, cada vez más definitiva, en los sucesores, sobre todo en el siglo diecinueve. Está, por ejemplo, en Baudelaire: la conciencia del mal.

EMS: Entonces, así como vas descubriendo la poesía moderna, vas descubriendo, tácitamente, una raíz hispánica moderna, que no es precisamente contemporánea, pero sí moderna.
OP: Quevedo es uno de los pocos escritores clásicos españoles que me ha dado esa modernidad. Pero es muy curioso: en España los otros poetas no leyeron a Quevedo como yo lo leí, desde la perspectiva que yo lo leí. El único que podría aproximarse a mi lectura es Neruda, pero no exactamente de la misma manera.

EMS: Tampoco Borges. Borges se opone al gongorismo de la época a través de la relectura de Quevedo.
OP: Nada más que un poco miope, diríamos. Borges vio en Quevedo a un gran retórico, un gran conceptista. Por ejemplo, su lectura del soneto al Duque de Osuna. "Y su epitafio la sangrienta..." Esto es muy hermoso, pero es retórico, una imagen retórica. Para mí lo importante no es eso. Es un poema sobre la envidia, sobre la suerte de los héroes. Está enraizado con la suerte de Escipión. Todo eso, el aspecto propiamente moral de Quevedo, no le interesó a Borges, como tampoco le interesó el aspecto propiamente metafísico.


OCTAVIO PAZ, El misterio de la vocación, entrevista de Enrico Mario Santí, Letras Libres, enero de 2005. Toda la entrevista AQUÍ
.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Cómo adquirir "Neorrabioso" (Ediciones La Baragaña) sin pagar gastos de envío ni comisiones bancarias


Algunas personas se me vienen quejando de que a la hora de comprar por correo "Neorrabioso. Poemas y pintadas" el banco les cobraba una comisión y el precio del libro se encarecía. Mi editor de Ediciones La Baragaña ha decidido para evitar ese abuso que los libros se compren por medio de una tienda on-line. A partir de ahora, en el link que adjunto, se podrán adquirir todos los libros de la editorial sin gastos de envío DE VERDAD, esto es, sin gastos referentes al correo y sin comisiones bancarias. Al menos en España, claro está. Se accede a la tienda on-line pinchando en la imagen o AQUÍ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...