Es el hambre y no la fe
lo que mueve las montañas.
Es el hombre y no la ciencia
quien mantiene la esperanza.
Es el hambre y no la rabia
quien te tienta las entrañas.
Es el hombre y no la lógica
quien sueña y quiën canta.
La pasión de ser comienza
donde acaban los fantasmas.
M.A.N.H. (12/08/12)
http://elverdeolordelamadera.blogspot.com.es/
ResponderEliminarBienvenido a tu casa Miguel Angel, buena poesía la tuya. Abrazos.