BATANIA / NEORRABIOSO

domingo, 20 de mayo de 2012

BATANIA / NEORRABIOSO: Defensa del Coyote

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Yo que fui del Correcaminos con intransigencia, ahora me he sacado el carnet del Coyote. Me descubro en este cambio una ráfaga de verdad y una parte de peonía, de pose byroniana que gusta a los poetas. Uno prueba la mortadela tonta de la literatura y al instante se olvida de su primera comunión.

A cuenta de esto, una pregunta: ¿hizo el Coyote la primera comunión? No lo creo, no le veo amigo de uniformes. De talento inagotable, siempre con el colmillo goteante, el Coyote no repite nunca la misma trampa, es el cubo de las invenciones, el Edison de las argucias, y hasta le noto emocionado de sus inteligencias. Genio del ingenio, su felicidad consiste en ese estado de creatividad sin interrupción. ¡Qué le importan a él los resultados! Los resultados, bah..., el Coyote sabe que el guionista y el director están vendidos al público analfabeto, que sólo pide azúcar y palomas rosadas. El Correcaminos, en cambio, es fabiano, socialdemócrata, unisílabo y de solución fija: todo su repertorio ganador consiste en correr y decir mic-mic.

Sujeto el Correcaminos a un papel de cartón piedra, el guionista sólo trabaja el perfil del Coyote, el único que introduce variantes en la historia. Y así se opera el milagro: cada día, cuando los niños se sitúan frente al televisor, el Correcaminos vuelve a ganar de la misma forma pequeña y el Coyote logra la hazaña de fracasar distinto y a lo grande.
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