miércoles, 9 de mayo de 2018
¿y conseguiste lo que querías en tu puta vida?
hubo un tiempo
-hace ya décadas de ello-
en que al despertar
cada mañana
lo primero que hacía
era plantearme
una singular incógnita:
"¿qué hermosa sorpresa, oh
qué fantástica experiencia, oh
me tendrá reservada
la vida para hoy?"
supongo
que esperaba recibir de ella -de la vida-
lo que todos
aun sin ser conscientes de hacerlo
anhelan muy en el fondo
de su corazón:
un ferrari último modelo
ganar 100 millones en la lotería
tener un prolongado y salvaje coito tres veces por semana
con una mujer buenota y distinta cada vez
pasar la mitad de las vacaciones esquiando en aspen y
la otra mitad surfeando en honolulu
casarse con una bella y rica heredera escandinava
de 18 años y con un culazo y unas tetas de puta madre
-y que además tuviera una hermana todavía más culona y tetona que ella
con la cual ponerle el cuerno ya desde el primer mes de casados-
ser nombrado, en fin, poeta laureado de afganistán
y algunas otras mierdas por el estilo de estas
ahora, ya sumido en la provecta edad
sin haber tenido nunca un ferrari
-mi mejor coche forever fue un puto nissan que se le atascaba la reversa-
sin haber visto nunca un jodido millón más que en las películas
sin haber llegado a conocer aspen y mucho menos honolulu
-lo más lejos que llegué fue la puta laguna de xochimilco en mi luna de miel
y el lanchero se emborrachó y le agarró el culo a mi mujer-
con dos matrimonios fallidos con sendas fulanas más viejas que yo
-gordas, irascibles, malencaradas y alcohólicas empedernidas-
ahora
ya hundido en el reconcomio perpetuo del fracaso y la desolación
me despierto cada mañana y lo primero que hago
es simplemente preguntarme "cuánta más..."
sí; cuánta más mierda voy a tener que tragar antes de que me lleve la chingada de una puta vez
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