lunes, 25 de septiembre de 2017

travesti a los 68


los domingos lluviosos de septiembre me dan ganas de alcoholizarme
así que destapo la botella de ron y le pego un trago
muchas cosas me dan vueltas en la cabeza
la principal: esa puta molestia en la región de la próstata
¿será cáncer, podré sobrevivir a la cirugía?
¿podré volver a coger si me extirpan esa mierda?
y si a fin de cuentas termino quedándome impotente:
¿me volveré puto de plano y cuando me emborrache
buscaré en las cantinas cabrones que quieran darme por el culo?
¿me importará entonces el tamaño del miembro de mis posibles fornicadores?
y si encuentro alguno que la tenga gruesa y larga y pesada como un tubo:
¿le tendré que pedir que me lleve a vivir con él como si fuera su puta?
le doy un segundo trago a la botella y siento ascender
partiendo desde la región baja de mi abdomen
una especie de onda expansiva de grato aflojamiento del estrés y la ansiedad
-como cuando una mujer te toquetea los huevos con la yema de los dedos-
después retomo el hilo de mis reflexiones homosexuales:
¿qué probabilidades tendría de hallar un hombre tierno y comprensivo
un tipo que me aceptara con mis defectos y virtudes
que no me puteara cuando yo no sintiera deseos de dejármela meter doblada
-ni ganas de chupársela como compensación-
y que no le diera por agarrarme a patadas para desquitarse de mis infidelidades
las veces que yo cogiera el pedo y me largara de puto con cualquier otro cabrón?
¿y si me llegara a topar con uno de esos psicópatas que te estrangulan si los haces encabronar?
¿y si me acabasen contagiando el puto sida?
alargo el brazo y cojo la botella y me encajo un buen lingotazo
afuera llueve con fuerza, a lo lejos retumba el eco de un trueno
empiezo a notar el familiar ardor y la sensación de apretura en el esfínter de la uretra
-me asaltan las ganas de mear aunque apenas tiré las aguas hace unos pocos minutos-
el efecto anestesiante del ron embate contra mi desasosiego
la idea de quedar sexualmente inválido empieza a parecerme menos trágica
hay cosas mucho peores en el mundo que ser un jodido vejestorio asexuado
-está el hambre, por ejemplo; la guerra, la masacre de ballenas, trump...-
un jodido vejestorio alcohólico incapaz ya de tener erecciones
que decide contrarrestar su desbalance psicosexual volviéndose puto:

¿no harías tú lo mismo si llegaras a estar en mi lugar?




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