viernes, 14 de agosto de 2015

yo no pienso casarme con mi perra


la vida con mi perra fue siempre perfecta

desde chica yo la había enseñado a prepararme café
llevármelo a la cama con el periódico y unos panecillos
dejarse follar si acaso yo andaba caliente,
lavar los trastes, meter la ropa sucia a la lavadora
ir de compras al super y comprar sólo lo imprescindible
-cerveza, cigarros, whisky, latas de comida para
perro-
cuando yo no requería de su presencia,
mi perra salía al patio y se encerraba en su perrera,
o se echaba en el sillón a ver esa mierda
de telenovelas brasileñas y de televisa;
nunca en 10 años de convivencia me hizo un papelito
nunca me ladró ninguna majadería o se negó
a cumplir con sus obligaciones domésticas perrunas
-incluso desde las más nimias, tales como
ladrarle al butanero o traerme de regreso
la ramita de un árbol cuando yo la arrojaba entre los setos
aquellas tardes en que salíamos a pasear al parque-
el caso es que aceptaba su condición canina de buen grado
y todo indicaba que a veces incluso hasta podía llegar
a sentirse feliz con el rumbo de su vida

el curso de nuestra idílica relación, sin embargo
se torció de pronto sin remedio aquella aciaga mañana
cuando al llevarme el periódico a la cama
mi perra echó un vistazo al titular de la primera plana:
"los putos ya pueden contraer matrimonio con los homosexuales"
guau, ladró mi perra entonces
indicando con una de sus orejas el llamativo encabezado
¿guau?, le pregunté yo medio adormilado
(diez años de convivencia me habían permitido adquirir
un dominio casi perfecto del idioma perruno)
guau, continuó mi perra, ¡guau, guau!
¿guau, guau?, quise estar seguro de que realmente
ella había ladrado aquel exabrupto
¡guau, guau!, repitió ella mostrando los colmillos

(como sé que ninguno de mis amados lectores
tiene ni puta idea del idioma de los perros
voy a ir al meollo de este asunto)

mi perra, para acabar pronto, lo que quería
-inspirándose en la legalización del matrimonio gay-
era que yo y ella nos casáramos:

"me has tenido sirviéndote como tu puta esclava por años"
-me ladró mirándome con rencor después de dejar
la taza de café y el plato con panecillos sobre la mesita de noche-
"tratándome como si fuese una vulgar perra de la calle,
obligándome a perseguir a los jodidos gatos
cada vez que invaden el jardín y pisotean tus putas plantitas,
a ladrarle al puto butanero sólo para encajar en el estereotipo;
haciéndome parar de patas cuando me truenas los dedos
enfrente de esos pendejos amigotes borrachos con los que
te alcoholizas los fines de semana
-e incluso permitirles a los susodichos que me jalaran del rabo-;
lavé tu ropa y mantuve limpia tu casa sin recibir a cambio
más que esas asquerosas raciones de dog chow que me compras,
y de vez en cuando las sobras de tu propia comida;
aprendí a cocinar mirando los tutoriales gastronómicos de youtube
para que tú pudieras disfrutar de tus platillos favoritos
sin tener que acudir a los sofisticados y caros restaurantes
de comida tailandesa y cantonesa donde los preparan;
y también fui tu puta y te serví de musa,
y limpié tus vomitonas de borracho;
sacrifiqué una y otra vez mis propios requerimientos emocionales y sexuales
-al grado de no dejarme nunca montar por ningún puto perro
incluso en los períodos más álgidos de mi ciclo reproductivo-
para que tú pudieras abusar de mi cuerpo cada que te placiera
¿y qué he recibido a cambio de mi abnegación y lealtad?
¿qué me has dado por haber dedicado mi vida por entero a ti?
una puta palmadita en la cabeza de tarde en tarde...
un puto arrumaco desganado después de cogerme..."

y bla bla bla bla -mi perra siguió tirándome durante horas
el mismo puto rollo que acaban echándote siempre las perras
cuando envejecen y empiezan a imaginar
que un día cualquiera vas a terminar consiguiéndote
una perra más joven y después te desharás de ellas
llevándolas a la perrera municipal-

y eso fue lo que hice a fin de cuentas con mi perra:
le puse el collar y la subí al carro
y la fui a llevar a la perrera municipal

de vuelta hice un alto en una tienda de mascotas
y adquirí una hermosa husky ucraniana de ojos azules
recién vacunada, homogeneizada y pasteurizada

¿para qué voy a casarme habiendo tantas perras?



1 comentario:

  1. Villa me solidarizo con tu perra vieja guauuu guauuu y te pegaría un mordisco en el.....jjajaja

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